Kookmin-Tokyo- ♡ OMEGAVERSE ♡

30

La obscuridad era total, no se podía ver ni su misma mano, era como respirar debajo del mar y sentir las toneladas sobre su espalda. Como si agujas de cristal fueran clavadas en su corazón, una por una. Bañadas de veneno que escurre un odio profundo por su persona.

Pero, a lo lejos se ve un rayo de luz, uno que se acerca a él y le salva solo con tocar su cabello, con tan solo agacharse a su altura y abrasarle con sus pequeños brazos. Se siente como si el sol te abrasase, como si el fuego estuviese en su corazón. Sus problemas, inseguridades y odios desaparecen de inmediato y en su interior solo hay amor, uno que creyó extinguido desde hace mucho.

-Siempre estaré aquí.

Esla voz de su madre, pero, no es ella, ella no puede ser jamás, ella es mala y a el no le agrada, no la quiere, la odia. Pero al verle, es su novio, el amor de su vida y su razón de existir. Su sonrisa se agranda al ver cómo, si fuese un amanecer, la obscuridad se disipa de apoco, pero... La mente es traicionera y no deja que seamos felices... Una voz masculina se oye a lo lejos, pero toma del brazo a su rayo de luz y lo aleja de él.

El intenta seguirle, alcanzarlo, pero lo único que escucha son las palabras antes dichas, una y otra vez "Siempre estaré aquí". Sus piernas no aguantan mas y cae al suelo, al mismo tiempo la obscuridad regresa de golpe y sus lágrimas comienzan a bajar sin control por sus mejillas. Quiere gritar y lo hace, pero su voz no sale, es como si un mudo quisiera cantar.

Una calidez todavía alberga en su pecho, al abrir sus ojos y tocar la zona, puede ver como una pequeña pero intensa llama flamea sobre su corazón, dándole ese calor que necesita aun en la soledad, aun en su infierno de hielo, aun sin él.

"Siempre estaré aquí"

-¡JUNGKOOK!- Se sienta de golpe sobre la cama, puede ver que todavía esta oscuro pero, empieza a salir el sol, puede ver la mirada de preocupación de su novio. -¿Jungkook estas bien?- Jimin posa su mano sobre su frente que esta empapada de sudor, su respiración estaba agitada al igual que su pulso.

Su mirada se posaba solo en Jimin, quien vestía una de sus camisas negras mas no hablaba. Jimin estaba asustado, su novio había comenzado a casi gritar y patalear en medio de la noche y no encontraba como despertarlo de su segura pesadilla y para colmo, ahora había comenzado a llorar en silencio.

-Jungkookie, ¿Qué te sucede mi amor?- Su pánico aumentaba pero no podía darse ese lujo, como pudo, bajo sus emociones y abraso a Jungkook. Dejando este, justo en la unión de su cuello, donde nacía su esencia y soltó sus feromonas para tratar de tranquilizar a su alfa.

Y gracias a la luna lo logro, luego de casi una hora y media de escuchar el suave llanto de su alfa y sentir como este le abrasaba con posesividad, con miedo y desesperación, como si el se fuese a desvanecer... se calmo y luego durmió.

.....

Su cabeza tenia un pequeño mal estar, pero era algo soportable. Poco a poco abrió sus ojos, topándose con la luz de la ventana, provocando que los volviese a cerra de golpe. Tratando de acostumbrase, los abrió lentamente una vez más, se sentía como si tuviese una resaca, pero eran los estragos de las hormonas de su omega.

Con lentitud, se sentó a la orilla de la cama, pensando en sus constantes pesadillas, solo que, su ultimo sueño no fue una pesadilla. Estar abrasado de Jimin ayudo a que pudiese dormir tranquilo y pudiese descansar. Tomo una baño de agua caliente y se vistió con unos pantalones holgados negros y una camisa de lana del mismo color, tomo su celular y salió al patio.

El aire frio golpeaba su rostro, despeinando un poco su cabello largo y mojado todavía, un sonoro suspiro abandono su boca y se sentó a la orilla de la casa. Sus ojos lograron enfocar la cabellera rubia de su novio, el cual llevaba una cesta entre sus manos. Portaba un overol gris con botas para el frio, camisa blanca manga larga y un gorro de lana del mismo color que su camisa. Sus mofletes bañados por un tono rosa debido a lo frio del clima, daba ya una alerta de que pronto nevaría.