PRÓLOGO

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 Ellos tenían algo, no sabían el que, pero fuera lo que fuese lo que experimentaron era desconocido para la mente. Y ese "algo" era llamado el hilo rojo, un simple hilo que los unía. Y a  pesar de que este pudiese tensarse o enredarse nunca se rompería debido a que su vínculo era más fuerte.

Estuvieron enlazados siempre, pero se dieron cuenta tarde y aunque aprovecharon el tiempo que permanecieron juntos, este fue insuficiente, tal vez unos minutos o tan solo un par de segundos más habrían marcado la diferencia, o quizá no, pero eso no lo podrían saber nunca, debido a que su final desgraciadamente ya estaba escrito antes de que esta historia, su historia, tuviese un principio.

Sin embargo, el hecho de que esto sucediese no significaba que en sus siguientes vidas no pudiesen tener un desenlace juntos, porque algunos finales son felices, y otros tan sólo necesarios.

El hilo rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora