Capítulo 8: Interrogatorios, Venganzas Y Confesiones.

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Akon me miraba como si yo fuese una presa que el estaba a punto de devorar. Me senté en la silla sintiéndome como una delincuente atrapada infraganti.

-¿Donde estabas con Danger Annie? - Enarcó una ceja.

-Yo...-Balbucee - yo estaba en una cita

-Con que en una Cita ¿eh? -Sonrió, pero no una sonrisa cualquiera, una sonrisa irónica -¿Y porqué yo no lo sabía? - me preguntó

-¿Porqué crees tu que no te lo dije Akon? - respondí a la defensiva -¿Me hubieses dejado ir?

-Aquí el de las preguntas soy yo Jones.

Esto se está poniendo serio.

-Akon - Suspiré - En serio, ya tienes que dejar de hacer eso, yo necesito vivir, no puedes andar por ahí prohibiendome que esté con un chico, así no se vale.

-Tranquila Annie, tranquila, no estoy enojado ni nada. Debes cometer errores para aprender, yo ya te advertí que Dylan Danger no es para ti, pero tú has decidido llevarme la contraria. Adelante, haz lo que quieras con el, de todos modos yo estaré aquí para romperle una pierna, rayar su moto y luego consolarte .

-Gracias amigo, sabía que me entenderias - Sonreí

-Pero de todos modos no me contaste de tu cita, no confiaste en mi. -Se quitó el gorro, se subió encima de una de las sillas del comedor y gritó -¡Y MI VENGANZA SERÁ TERRIBLE! MWAHAHAHAahhhsjajgg

Su risa malvada fué interrumpida por una de mis vans que fué directito a su boca. Mwahahahaha

*
Luego de Akon irse y yo cerrar todas las puertas y ventanas para que este no entrase me metí a la cama y programé una alarma por primera vez en mi vida para levantarme más temprano y que el no me encuentre con la guardia baja.

A las 6:15 am me levanté y arreglé y cuando Akon quiso llegar yo ya tenía todo listo. El castaño me revisó varias veces la temperatura para ver si me había enfermado algo así, nos fuimos en mi auto y el comienzo de la mañana transcurrió normal, no se que estaba planeando Akon pero no me voy a descuidar.

Llegué a clases de recursos humanos donde lamentablemente no me tocó con el chico de ojos azules así que esas dos horas fueron las más aburridas de toda mi vida.

-Holaaa Annie - chilló Abbie mientras tomaba asiento a mi lado -¿Que tal tu noche?

-Perfecta. Bueno, casi. - Sonreí, ella hizo una mueca porque probablemente no entendió nada de lo que le dije pero asintió.

Luego de acabar de mi clase me fui al patio como de costumbre, mi próxima clase no era hasta dentro de media hora y no me encontré a Akon en todo el rato. Debajo del árbol vi al chico de ojos azules y decidí ir a saludarlo.

-Hola Dylan - Le dije, el frunció el ceño

-Hola - dijo cortante

Maldita sea, ¿todo fué cosa de una noche? Ahora el va decir ¿Quién eres? ¿Te conozco?

-¿Qué pasa? - Le pregunté intrigada por su actitud.

-¿Porqué Annie? - Preguntó dolido

¿Ahora que pasó?

-¿Porqué qué Dylan?

-¿Porqué me besaste y decidiste salir conmigo si eras lesbiana?

¡Aaahhh era eso! Espera... ¿¡QUÉ?!

-¿QUÉ? - Le pregunté alarmada

-Ya lo sé todo, se que todo era parte de un reto y que sólo estabas divirtiéndote...

-Espera - Le interrumpi-¿Quién te dijo eso? - pregunté obviamente sabiendo la respuesta.

-Annie eso no importa yo...

-¿Quién te dijo eso?

-Akon

-Claro. Y tu, le creíste.

-¿Osea que no es cierto? - Sus ojos brillaban y una pequeña sonrisa se escapó de sus labios

-Maldita sea no sonrías - Le dije

-¿Porqué no?

-Arruinas mi enojo - Puse cara seria.

El sonrió aun más, lo que provocó que me lanzará sobre el y le pegara un beso, pero no beso cualquiera, un beso que causará efectos que le hagan ver, que a mi por supuesto que no me gustan las mujeres.

-Guau - dijo mientras se revolvia el pelo

-¿Aún tienes dudas? - enarque una ceja

-Solo unas pocas, ¿Harías eso de nuevo por favor?

-Buen intento, pero no.

El suspiró -¿Sabes Annie? me gusta estar contigo, puedo ser yo mismo - Me dijo

-A mi también me gusta estar contigo Dylan -Le dije con total sinceridad.

-Tengo cosas que decirte Annie, me gustaría que me conozcas mejor y que sea cual sea la relación que formemos empiece bien, quiero hacer las cosas bien por primera vez en mi vida - Asentí invitándole a hablar - No soy un tipo de flores, veladas románticas, chocolates, de esos que dedican canciones y que mandan mensajes cursis para provocar sonrisas; Pero soy sincero y transparente, Annie eres hermosa y frágil, tímida e inocente -Acariciaba mi mejilla con el pulgar - No me gustaría hacerte daño, se que las razones por lo que tu amigo me quiere a 10km de ti es porque creo que no soy bueno, que no te merezco y tiene toda la maldita razón, yo no quisiera a mi hermana cerca de un tipo como yo. Después que mis padres murieron mi hermana se fué a vivir con mi abuela porque yo era muy joven para cuidarla, me quedé viviendo solo tratando de sobrevivir con el dinero que esta me mandaba, pero a medida que pasaba el tiempo eso ya no era suficiente y yo no quería presionarla porque entendía que ella tenia más responsabilidades, empecé a correr carreras clandestinas con la moto de un amigo, hasta que un día gané la mía en una apuesta. Después de ahí no he dejado de correr, la adrenalina que me causa el correr hace que me calme, que se vayan mis frustraciones por un rato - Sonrió de forma triste - varias veces me ha detenido la policía pero a medida del tiempo he aprendido diferentes formas para escapar. No sé si después de saber todo esto quieras alejarte, y si es así te entenderé lo prometo.

Ante todas esas cosas ya estaba sintiendo el nudo en mi garganta formarse pero por nada del mundo le iba a permitir llorar. Me abracé a Dylan hundiendo mi cabeza en su pecho y aspirando su olor.

-Gracias Annie - dijo
-¿Porqué? - pregunté

-Por quedarte conmigo a pesar de la mierda de vida que llevo.

-Yo puedo ayudarte a sobrellevar esa mierda de vida - Lo miré y sonreí, el me devolvió la sonrisa y me dio un beso en la mejilla.

Luego de unos minutos el timbre sonó anunciando el cambio de hora, me sentí un poco mareada ante tantas confesiones, entiendo el porque de la sobre protección de Akon pero ha llegado al límite.

Me voy a vengar.

Le voy a dar donde más le duele.

Oh si.

Dylan Danger |DD#1| - Akary GressedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora