🍓 DOS 🍓

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Jungkook llevaba a sus amigas casi a rastras a aquella cafetería donde conoció al bonito castaño. No sólo porque amó las fresas (fruta que adora) sino que algo más llamó su atención o más bien alguien.

- Calma tu emoción, Jeon. -una pelinegra rió.

- Cierto, nos traes casi corriendo. -su otra amiga rubia quejó divertida.

- Solo entren -bufó él mientras entraban al local.

Para sorpresa y decepción de Jungkook, su bonito castaño no estaba en el mostrador como el día anterior. Inconscientemente hizo un puchero haciendo a sus amigas verlo extrañadas.

- ¿Estás bien? ¿Tus costillas aún duelen? -la rubia puso una mano en el hombro del chico y este se tensó.

- Lisa, dije que estoy bien. Es... es otra cosa. Quizá deberíamos irnos -volvió a pucherear.

- Pero vinimos por tus fresas y tu lechita de banana -la pelinegra le recordó entre risas.

Diablos, su punto débil.

- Buen día, soy San y les serviré. ¿Qué desean ordenar? -los chicos hicieron sus pedidos y se dirigieron a una mesa.

El chico del mostrador dijo que los atendería él, luego un mensaje llegó a su celular y cambió su disposición. Enviaría a otro mesero.

Jungkook seguía puchereando, él enserio quería ver al castaño y quizá pedirle su número. Era tan bonito verlo sonrojado que le daban ganas de sonrojarse a él también.

Hace un tiempo que el pelinegro de piercings no sentía esa sensación en su pecho o en la boca de su estómago. Con tan sólo haberlo visto un día ya lo tenía pensando en que quería que fuera su novio.

¿Era eso malo? ¿O simplemente era amor a primera vista?

- Te ves decaído y estás... pensado, eso es raro - Lisa golpeó juguetonamente la cabeza de Jeon. Ambas chicas estaban frente a él. - ¿O no, Jennie?

- Sí, dinos que pasa. ¿A caso JongHan...? -la pelinegra puso una mueca preocupada que fué imitada por Lisa.

- No. Él ha estado bien estos días. -Jungkook desvió la mirada, de pronto no quería ni sus fresas, ni su lechita.

Las chicas se miraron entre sí, Jennie tomó una de las manos de Jungkook por sobre la mesa y Lisa imitó la acción con la otra mano. Ambas le sonrieron y dieron un suave apretón a sus manos, no iban a dejarlo solo en sus malos momentos y querían que él lo supiera.

- Dos malteadas, una leche de banana, tres especiales de fresas San Valentín. Disfruten -un chico desconocido a los ojos de las muchachas apareció sirviendo sus pedidos, pero para Jungkook, el chico ahí sería su futuro novio.

Sintió su respiración trancarse unos segundos y de un manotazo alejó las manos que sostenía.

Carraspeó y echó su cabello hacia atrás.

Actúa cool.

- Vaya, bonito. No esperaba verte aquí hoy -dijo relamiendo sus labios nervioso. Jennie frunció el ceño y Lisa rió.

-¿Enserio? No esperabas verme aquí eh... Aquí donde trabajo. -Taehyung soltó una risilla y sus ojitos se hicieron más pequeñitos como dos media lunas.

Jungkook solo logró perderse más, él chico lo tenía tan embobado que se le secó la boca. Jennie para tratar de salvar a su amigo de la vergüenza le dió un leve puntapié por debajo de la mesa.

- Eres un tonto -Lisa le dijo.

- Bueno, debo retirarme. Disfruten su orden. Señoritas -hizo una reverencia a ellas- Chico piercings -le sonrió a Jungkook mientras sus mejillas se ponían rojitas por el apodo que él mismo soltó.

Se retiró y Jungkook sintió un calor abrasador que lo hizo abanicarse la cara con las manos. Sí, estaba sonrojado.

- Ya veo la insistencia por venir a este lugar - Jennie soltó con gracia.

- No es lo que parece.

- La comida es asombrosa -Lisa dijo mirando a Jennie y esta asintió. - ¿Había otra razón para tu emoción? Como, ver a ese chico castaño -preguntó con "inocencia"

Jungkook bajó la cabeza sonrojado, su pantalón se veía muy interesante justo ahora.

Las chicas chillaron emocionadas, les parecía tan tierno ver como su amigo con pinta de Fuckboy, se había puesto tímido por un muchacho.










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Strawberry Cheeks🍓 || KOOKTAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora