Entonces, en aquel momento,
usted me miraba con esos ingentes ojos,
de madera oscura, de roble magno,
los cuales me producían sonrojos.
Me aterraban,
me ataban,
me ahogaban,
dejándome ausente,
con esas manos blancas con guantes marrones,
insoportablemente suaves.
Como mi garganta pedía ayuda
con quejidos graves.
Oh, mi dama,
que con una sonrisa todo lo inundaba,
sin dejar una orilla,
ni una mísera balsa.
Que acercaba sus manos
cuando mis pulmones se llenaban de agua
llevándome a tierra.
Que me daba miedo respirar cerca suyo
por si me quitaba el aliento con una mirada.
Y cuando creía ser libre,
llegó para darle un nuevo significado a esa palabra,
estrujandola,
recreandola,
volviéndola oxígeno y haciéndola suya.
Si le soy sincera,
no esperaba sentirme como en el cielo
con solo mirarla
a usted,
que llenaba la sala
de voces,
de recuerdos efímeros,
de llamas.by Ann Ucero
Instagram: a_ucero
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LLAMAS [poema]
PoetrySi le soy sincera, no esperaba sentirme como en el cielo con solo mirarla a usted, que llenaba la sala de voces, de recuerdos efímeros, de llamas. Poema que puede que forme parte de un libro que estoy escribiendo (lo estoy intentando, últimamente te...