| Cuarenta y cuatro |

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–Escondete–ordena Enzo igual de nervioso que yo.


Miro alrededor de la habitación–¿Dónde?

–Debajo de la cama.

–¿Qué? Ni loca–exclamo pensando en todo el polvo y la suciedad que debe de haber allí.

–Enzo, ¿Podemos hablar?– la voz de Chris llega a nuestros oídos, alarmándonos aun más.

Mi hermanastro me echa una mirada seria y no dudo en meterme donde me ha dicho. Una vez bien escondida, Enzo abre la puerta.

ENZO.

–¿Tenía que ser justo ahora?–pregunto cansado al abrir a mi padre –Quería ducharme.

–Eso puede esperar. ¿Qué está pasando entre tú y Nix?

Eso no me lo esperaba–¿Qué quieres decir?

Mi padre alza una ceja y me mira con un semblante demasiado serio–¿Piensas que estoy ciego?

–No sé a dónde quieres llegar pero…–intento hablar pero me interrumpe

–Te he visto entrara en su habitación, Enzo. ¡Lo he visto, joder!

–Puedo explicarlo…

–¿Has dormido con ella?–se cruza de hombros de manera autoritaria.

Maldita sea, ¿puede dejar de interrumpirme?

–¿Se te está yendo la jodida cabeza?

–No, Enzo, no. Respóndeme–tensa la mandíbula–¿Has dormido con ella?

Suelto una carcajada falsa –Nix es mi casi hermanastra.

–Pero a ti eso no te detiene.

–No he dormido con Nix. ¿Por qué coño has pensado eso? ¿Ella y yo?–río de nuevo –tengo novia, Chris. Nix tiene diecisiete. Es una niña que solamente se preocupa por su manicura y sobre con que chico irá al baile de fin de curso. ¿Por qué crees que me fijaría en una chica como Nix?

Mi padre no deja de mirarme fijamente, como si no quisiera perder ningún gesto que me delate.

–Entonces, ¿Por qué fuiste a su habitación?

–Le estaba gastando una jodida broma. Es normal entre hermanastros–me encojo de hombros intentando quitarle importancia.

Chris toma aire después soltarlo –Bien, si eso es verdad…

–Lo es– aseguro con seguridad.

–Simplemente no quiero que se repita lo que ocurrió en Argentina.

Por ese camino mejor que no vaya.

–Para–ordeno duramente –Y ahora ¿Has terminado con tu jodida investigación? Porque me gustaría ducharme de una vez.

–Perdón por esto. Realmente amo a Blanca y tengo miedo de perderla por cualquier tontería.

Me sudan los cojones tu relación con Blanca, Papá.

¿Mi hermanastro? Mi profesor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora