_Sabes...pienso que cuando Dios, la naturaleza o lo que sea, repartió cualidades a las personas antes de enviarlas a la tierra, tú y yo estuvimos en la misma fila uno junto al otro_ ese fue el comienzo del monólogo ya conocido que el joven de estatura media y de contextura delgada, decía cuando estaba cansado.
_ ¿ya vas a comenzar Mild...?_
_ ¡es en serio!... definitivamente debimos estar en la misma fila, uno junto al otro, y a ti como es de esperarse te entregaron lo mejor, te dieron belleza, inteligencia, fuerza_ uno a uno sus delgados dedos comenzaron a enumerar _habilidades para el deporte, habilidades para el dibujo, la habilidad para conquistar a cuanta persona se te cruza y sin duda los mejores puños de la facultad, y ¡¿Qué me dio a mí?!..._ dijo con exageración, levantando la enorme tela color blanco que tenía en sus manos para colocarlo a la altura de sus ojos _ a mí me dio la habilidad para comer y hablar...nada más.. hasta ahí... pienso que tú te llevaste todo lo bueno que debió tocarme, ¿Qué te costaba dejarme algo?_ se quejó frunciendo el ceño, inconforme con lo que veía soltó sus brazos con pesadez volviendo a sentarse en el suelo, dándose por vencido.
Todo ese parloteó comenzó por algo muy simple, Mild no lograba que las letras grandes de la parte superior, de lo que se supone sería un letrero de bienvenida, quedaran alineadas de la forma correcta, no era muy hábil en la escritura a mano limpia y menos con un pincel que no se ajustaba a su mano.
_en serio basta, solo ayúdame a pintar no es tan difícil... si te callas y trabajas te invitaré a comer después...ok..._contestó su mejor amigo hablando de espaldas a él, su cabello color negro ligeramente largo y con leves ondulaciones en las puntas se mecían suavemente con el viento.
Con su típica pose erguida e indiferente, remangó su camisa para no mancharla con la pintura, no podía arriesgarse a arruinar su uniforme, no cuando apenas estaba por comenzar las clases y aunque estaba escuchando las quejas de su amigo, parecía más interesado en observar detenidamente el letrero que tenía enfrente.
Ladeando la cabeza, frotó su barbilla pensativo, las letras que conformaban la palabra BIENVENIDOS, parecían faltarles algo de profundidad.
Quería que fuese perfecto, no podía ver algo desprolijo colgando en la entrada.
Su reputación como representante de su carrera se vería arruinada por algo así.
_¡también te dio amabilidad, por eso te quiero... Gulf!_ gritó Mild volviendo sus manos a la tarea que le habían encomendado.
Comer, algo tan simple como eso ya lo había animado.
Gulf sonrío brillantemente al escucharlo, su amigo era tan fácil de convencer, sabía que a pesar de quejarse nunca se negaba a ayudarlo y él apreciaba que estuviera ahí para apoyarlo.
Su amplia sonrisa se adornó con sus ojos achicándose como dos líneas, fue una imagen fresca y cautivante que causó sonoros suspiros a su alrededor.
El joven, como siempre, ignoraba lo que cada una de sus acciones era capaz de causar en los jóvenes corazones de sus compañeras presentes, para ellas, él solo apreciarlo ya era suficiente como para causarles una taquicardia.
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WAY BACK HOME
RomanceMew y Gulf se conocieron cuando eran muy jóvenes, a pesar de ser clases sociales diferentes y de personalidades opuestas, ambos se enamoraron perdidamente el uno del otro. Pero de un momento a otro sin decir nada, Mew se fue, dejando a Gulf con el c...