Capitulo 9: Primer ataque II

413 36 6
                                    

POV Damon.

Conduje alrededor de una hora hasta llegar a un lugar un poco más centralizado, tenía diferentes tiendas, restaurantes y bares.

Entre a uno llamado Bridge's Grill sin prestarle mucha atención mi objetivo número dos era relajarme con un buen trago.

Se me acerco una camarera sonriendo coquetamente.

- Soy Lucy, en que te puedo ayudar guapo?

Sonreí lo más encantador que pude, tal vez podría aceptar un poco de compañía.

- Traeme una botella de bourbon linda -le guiñe un ojo-.

Cuando regreso note como habían desaparecido dos botones de su blusa, reí internamente.

No se cuanto tiempo pase ahí, solo que ya había terminado casi mi segunda botella, mi mente todavía le daba vueltas al anillo que tenia Elena.

Un pequeño zumbido me hizo reaccionar, saque mi celular sin fijarme en quien era.

- Alo!?

- Damon? Oh gracias a Dios, -oi decir por la otra linea- Stefan, ya contesto!

Mierda... pase todo el tiempo ignorando sus llamadas, ¡¿por que no me fije antes!?

- Que quieres? -pregunté un poco fuerte-.

- Saber como estas - contestó indignada- hemos estado preocupados, pensé que después de tu arrebate...

- ¿Arrebate?, por favor Elena no me hagas reír. -le contesté- Que pensaban, que era una broma? ¿Que regresaría arrastrándome hacia ti, para que sigas pasandome por encima como una alfombra? -escupi amargamente-.

- Yo no he dicho eso! -replicó-.

- No es necesario que lo hagas -tome mi vaso y lo termine de un solo trago-.

- Hasta cuando vas a estar así?

Reí con amargura

- Tú que crees!?, ya elegiste Elena, estas con San Stefan, felicidades por su compromiso.

- Oh... se quedo un momento en silencio- ya lo...

La detuve antes que siguiera.

- Sí ya lo vi -respire profundamente- Adiós Elena.

Corte sin esperar una respuesta, estaba cabreado, acaso piensan que soy idiota!?.

Deje unos billetes en la mesa y me marche, tenia ganas de arrancarle la cabeza a cualquier imbécil que se atravesara en mi camino. Y como si fuera por arte de magia, al doblar por un callejón para llegar a mi auto se encontraba un muchacho flaco concentrado en una bolsa, por el olor dulce y a levadura, aseguraba que eran rosquillas.

Sin pensarlo mucho llegue al frente de él, este me miro asombrado dando un brinco hacia atrás y antes que formulara palabra alguna, use la compulsión.

- No recordaras nada, solo que te trataron de asaltar y te pegaron antes de irse.

Me acerque sintiendo mis colmillos salir, no lo mataría solo quería alimentarme para calmar un poco la cólera que tenía. Cuando escuche el corazón del chico latiendo más despacio lo deje y me dirigí al coche.

Pase la mayoría de la tarde conduciendo, viendo el pueblo, era tranquilo, normal con un clima bastante frío pero eso ya era algo que podría manejar. No tenia ánimos de ir muy lejos así que salí del coche arrecostandome a la puerta del copiloto, veía a las personas realizando ejercicio, otros de compras y con grupos de amigos.

Dos heridas unidas entre uno solo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora