Ojos rojos, mal aliento, pelo desaliñado, ojeras bien marcadas como la indiferencia de la persona que te gusta, y un desastre entero por cuarto.
Por su mente solo pasaba el inconmensurable vacio, nada, todo en blanco, era el momento de un nuevo comienzo.
Un cabello castaño oscuro como la caoba, ni lacio ni rizado, ondulado, indomable, realmente molesto y el pensamiento de cortarlo, pintarlo o raparlo eran factibles cada mañana que tenía que lidiar con él y la rutina de intentar tenerlo presentable, ojos color mierda de bebé, marrones claro, tez clara, muy clara, culpa de un encierro prolongado, manos delgadas y uñas cortas, muy cortas más bien malcortadas por culpa de la ansiedad y la insistencia de comerselas.
La rutina de skincare más sofisticada que puedas imaginar, agua, jabón y pa' la calle, campeona. Salir del baño, vestirte con lo primero que encuentres e irte sin siquiera despedirte de tu familia, bueno eso por supuesto es una manía que haz cogido desde que caíste en el fondo ¿No?
-¿Pero para qué decirte nada, no soy tu consciencia, quizá solo estás loca y yo soy un producto de tu imaginación, o eso desearías, Zafiro?
-"Que irritante eres, de verdad. ¿Nunca sabes cuándo callarte?"
-Oh, ahora soy irritante, cuánto me hieres Zafi, ¿no recuerdas que soy tu único amigo? Cuando decidiste caer en el fondo, y aceptarme debiste pensarlo. Después de todo, no puedo hablar con nadie más.
-"Gracias a que no paras de hablar cual narrador de una historia de 6ta, llegaré tarde a clases, además sí tengo amigos."
-Bueno, no es como que yo disfrute más que tú nuestra amorosa e increíble relación, además, ¿Amigos? ¿Cuáles "amigos"?
-"No es de tu incumbencia, solo estamos algo distanciados. Respecto a ti ni siquiera conozco tu nombre, ni sé qué eres, ni como eliminarte"
—¿Eliminarme? eliminarme sería negar tu propia existencia, eliminar parte de tí, pero no me interesa ya que no podré presenciarlo, así que no cometas estupideces.
—Nunca entendí nada, ¿Qué eres? ¿Por qué existes? ¿me he vuelto loca realmente?
—Un mes en esto, que no, que no estás loca, Zafiro, estoy en tí, tengo consciencia, memoria, personalidad, no tengo cuerpo físico pero soy increíblemente carismático y guapo también.
—"Y decía yo que era egocéntrica"
Mientras se desarrollaba la típica conversación entre Zafiro y su reflejo, cada vez era más notorio, esas sombras, esos borrones, esas miradas de las esquinas, pero escuchar una voz ya era una cosa, ver cosas ya es de más ¿No?
—Ya da igual, llegaré tarde a la primera clase y tú no cooperas ni a la hora de dormir
—Cuándo será el día que aprecies mi existencia, nací de tí, solo te conozco a tí y veo todo lo que ves, excepto esos aburridos programas de Home& no puedo seguir por copyright
—"Solo cállate, Y LOS PROGRAMAS DE RECONSTRUCCIÓN SON BUENOS"
En todo el rato que caminaba, solo no se daba cuenta de todo lo que sucedía a su alrededor, de todo lo que atraía, de todo lo que sucedería.
"Casa"
—Aquí empieza tu travesía, pequeña piedra, veamos cómo se desarrolla tu historia
Decía para sí mismo aquella silueta en la esquina de una casa de color melón, algo desgastada pero sencilla y humilde, mientras sus habitantes solo seguían en su cotidianidad, a excepción de una persona, que sabía que hoy se cumplían 18 años exactos de su más grande mentira, y debía pagar.
"Colegio"
Apenas toca el primer escalón del dichoso edificio y suenan las alarmas, esos que te avisaban eras libre de la responsabilidad de escuchar a alguien que dice amar educar cuando solo dan información repetitiva e inútil a una panda de imbéciles a los cuáles a lo mucho solo 4 o 5 les interesaba aprender, pero claro, el título, el dichoso título de bachillerato que todo el mundo parecía necesitar pero no te facilitaba nada realmente, solo evitaba que las cosas fueran peor de lo que ya eran sin él.
Llegar tarde de nuevo, no entrar a ninguna clase, implicaba algo, nueva nota, nueva firma, nuevo regaño, uhhhh se respira la navidad encerrada en 4 paredes. Una figura de no más de 1.60 de altura, cabello ligeramente graso pero planchado, sudor bajando por la cién, uniforme de los docentes de la institución pero con el ligero distintivo de coordinador, sí, la supervisora de los de último año.
—"Asesinaré a ése parlarchín".
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En el fondo.
Fantasy¿Te conoces lo suficiente? ¿Realmente quieres hacerlo? ¿No temes lo que encuentres allí? ¿En el fondo?