Una broma
Narra Gregory:
Oír que también le gustaba a ella había sido una de las mejores cosas que me pudo haber pasado, sin embargo, no todo era perfecto.
"Me gusta y mucho, pero creo que solo soy una broma más" le confeso a la novia de Ares. Yo escuché cada palabra desde la otra pared de la habitación con la ayuda de un vaso, como en las películas.
Mi corazón había latido como nunca en la primeras palabras, pero se detuvo al escuchar el resto.
Ser divertido siempre había sido una gran ventaja, sobre todo con las chicas, pero nunca fue un problema como lo era justo ahora.
Estar cerca de ella me hacia más torpe y las estupideces se salían por sí solas debido a los nervios, en esos momentos serios donde me contaba lo que realmente le gustaba y yo solo quería besarla eran estropeados por mí con alguna estúpida broma sin sentido.
Cuando oí esa confesión supe que necesitaba ayuda, así que fui con los chicos. Todos escucharon atentos y tomaron el problema con seriedad.
-Que te parece una cita, algo formal para que sepa que no es un juego nada más- dijo Apolo, el era el mas inteligente de todos cuando se trataba de amores, aunque no tuviese experiencia, lo había notado.
-No suena mal- apoyo la idea Ares.
Me la imagine en un lugar donde podría sentirse cómoda y juntos nos pudiésemos divertir, tenia el lugar.
-El parque de diversiones- Grite, las caras de los demás parecían no apoyar mi idea.
-Dijiste serio, ¿no? – Pregunto Marco y asentí fuerte con mi cabeza – Un parque de diversiones es lo menos serio Gregory, ella no quiere sentirse como un juego donde todo sea bromas.
Me sentí algo mal, debería de saber un buen lugar donde llevarla, pero ni eso podía.
-llévala al bar de Artemis, haremos una mesa apartada- sugirió Ares, pero me negué.
-Siempre vamos, además no sé si se sienta muy cómoda allí con tanta gente.
Todos pensábamos en algo, tenía que haber algún lugar perfecto para esta cita.
-Hay un nuevo restaurante en la ciudad, es de un amigo de Artemis – sugirió Apolo.
- Si, Artemis llevo a Claudia hace unos días, le encanto.
Todo estaba perfecto, Ares llamo a su hermano el cual reservo una mesa en la zona VIP para ambos, el restaurante se encargaría de ambientar todo.
-Perfecto, yo solo me encargaré de invitarla y llevar a mi persona – dije, pero al parecer no era tan sencillo.
-No, hay que cambiar algunas cosas Gregory ¿No dijiste que como la estas tratando ella se siente como una broma? – Asentí.
Aun dolía saber que creía la veía como un juego, ella me gustaba y no como me gustan las bromas.
-Bueno vamos a poner reglas – propuso Marco – Primero nada de bromas estúpidas.
-Nada de hablar de temas que tengan que ver con estupideces, como cuanto pueden sobrevivir las cucarachas – dictamino Ares.
-Escucha lo que dice atentamente – me aconsejo Apolo.
-Si sientes que tu respuesta a lo que dijo es una broma toma agua y cambia de tema.
Eran muchas reglas, sin embargo, por ella las seguiría todas, así que las anote en mi brazo para no olvidarlas.
Acepto la cita el jueves y el viernes la recogí con un ramo de rosas.