焦虑

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[❝我只想自由❞]


Mi madre me observaba desde lo lejos, podía sentir como su mirada penetraba mi alma hasta sacudirla fuertemente. Daba rápidos y pequeños vistazos hacía ella,que aún seguía mirando.

Comenzaba a sentirme aturdida provocando que un pequeño nudo se instalara en mi garganta y un dolor en mi pecho se hiciera presente, quería llorar, salir de ahí, me estaba ahogando con la tensión, pero lo único que podía hacer era temblar.

— Tus notas bajaron— me recordó sin despegar su mirada en mí. Solo asentí.

— P-puedo recuperarlas...— susurré en un intento de convencerla, o más bien, convencerme a mí misma.

— ¿Crees que podrás estudiar esa carrera que tanto quieres con unas notas como estas?— preguntó algo airada, su tono de voz comenzó a subir, me estaba preparando mentalmente para sus gritos. Tragué duro pero sentía que no podía pasar saliva, la miré en un breve momento y negué con la cabeza.

— Pareciera que no quieres ser alguien en la vida— comentó derrochando asco en su tono, "si quiero, solo dame la oportunidad de demostrarte que puedo"— de verdad, no sé que hacer contigo— "simple, nada"

— Y-yo

— Sé que eres fuerte, y que si te le propones lo logras— habló dulce cambiando su faceta radicalmente— pero... creo que lo has olvidado.

— N-no— mordí fuertemente mis labios para no decir lo que pensaba. "¿Sabes con qué tengo que luchar diario?, sumandole las tareas y quehaceres del hogar, y dime, ¿qué te la pasas haciendo cuando lo hago?, nada ¿verdad?... sabes que tengo razón"

— Alza tus mangas— ordenó con dureza en su tono de voz.

Con mis manos temblorosas llegué al borde de estas, cerré mis ojos con fuerza al subirlas por completo dejando al descubierto manchas extrañas y unos que otros rasguños de mí parte. Quería huír como una cobarde, pero no podía.

— ¿Cómo te lo hiciste?— preguntó maquinando un montón de respuestas en su cabeza, y pueda que una de ellas sea la correcta.

— Cocinando, las manchas... — intenté sonar firme, tomé una bocanada de aire y seguí— cuando me baño, inconscientemente suelo rasguñarme— terminé de mentir "creeme" pedí dentro de mis pensamientos rogando al cielo de que mis suplicas fuesen escuchadas.

— Oh, ¿enserio?— cuestionó sarcástica— ¿Sabes que eres capaz de suicidarte y no te das cuenta?— abrí mis ojos como platos, mi mentó casi tocaba el suelo. ¿Pero que demonios pensaba esta mujer?. ¿En realidad soy capaz de suicidarme?

Como si fuese un trago de veneno sentí vértigo, sino me sentaba me iba a desmayar por la presión que estaba sintiendo.

— P-podrías-

— Ve a tu habitación, recoge todos tus suéteres y camisas manga larga— ordenó frunciendo el ceño, ladee mi cabeza mirándola algo desconcertada

— ¿Por qué?— salió sin pensar. 

— Por que estas castigada... no más suéteres por un mes— sentenció enfadada murmurando un "no quiero una hija con mente suicida"antes de salir, mis lágrimas comenzaban a salir y el nudo de mi garganta se hizo más grande. Lleve mis manos a mi cabeza intentando no exaltarme. Mi pecho subía y bajaba, el oxígeno comenzaba a faltarme.

Mis piernas se movieron por sí solas, con la mente nublada caminé hacía mi habitación mientras negaba con mi cabeza.

Sin mis suéteres no soy nada, son mi protección, me hacen sentir segura, ¿y ella me los quiere quitar?, si me los quita... las personas podrán ver mis antebrazos. 

ANXIETY| 𝗣ark 𝗦unghoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora