Celos

3.4K 426 87
                                    

Cuando Tanjiro regresa – bastante pronto – piensa con felicidad Kyojuro. Ni siquiera espera a que se acerque a la finca, Kyojuro sale corriendo lo más rápido que puede para abrazar y alzar a su omega a mitad de la calle, llevándose varias miradas divertidas de la gente a su alrededor.

—¡Tanjiro, mi niño! ¡Regresaste!

—¡Kyojuro! ¡Bájame por favor! — el niño dice con una risa entre los dientes. — ¡Esto es vergonzoso!

—¡No me importa, si puedo cargarte lo haré!

Dejar que su instinto lo guíe se volvió más natural conforme más decisiones tomaba ayudado de este. Claro, tratando de poner límites cuando debe para no incomodar a los demás e ir conviviendo con los alfas que van y vienen en la finca para manejar mejor sus aromas y controlar la parte territorial de sí mismo.

Por eso, cuando los amigos de Tanjiro se lo roban para irse a entrenar de forma exhaustiva, algo incomodo florece en su pecho. De una forma diferente a cuando su padre se negó a que lo visitara en su cuarto poque necesitaba pensar.

No, era algo más profundo. Ver desde la distancia a los amigos de Tanjiro practicar las posturas de sus alientos mientras se acercan demasiado su omega hace que su estomago se retuerza. Kyojuro no se siente enojado, para nada. Pero la sensación se hace más fuerte cuando el chico jabalí quiere pelear constantemente con Tanjiro o llamar su atención, llegando hasta el punto de invadir el especio personal de su omega para incomodarlo.

Por eso, cada que ve a Tanjiro libre de sus amigos o sin la compañía de su hermana, le pide si puede perfumarlo. Kyojuro sabe que a Tanjiro varias veces lo confunde que quiera compartir su olor tan seguido, pero eso no lo detiene. Porque incluso si el aroma de Hashibara, Agatsuma – y de Nezuko – apenas se distinguen entre el suyo y el de Tanjiro, olerlos cuando están juntos lo molesta más de lo que le gustaría admitir.

—Kyojuro, pareciera que quieres asesinarlos con la mirada — mencionó Uzui divertido mientras estaban sentados en el engawa para mirar a los tres chicos pelear cuerpo a cuerpo. —, esfuérzate un poco más y tal vez lo logres.

—¡No tengo idea de lo que estás hablando!

—No intentes cambiarme de tema, Kyojuro. No fuiste hecho para ocultar tus sentimientos, eres terrible en eso.

Kyojuro tiene los brazos cruzados sobre su pecho. Observa con detalle como Tanjiro se mueve con agilidad para esquivar los ataques bajos de Hashibara. El chico ágil sorprendentemente no lleva su mascara hoy. Su cara es realmente tan bonita que puede creer fácilmente que es un omega

El chico jabalí realmente pelea como una bestia.

—¡Oye! ¿Qué te da el derecho de ignorarme, eh, Kyojuro? ¡Kyojuro!

Hashibara tiene una flexibilidad increíble y no tiene miedo de demostrar esa cualidad en combate, esquiva con facilidad y devuelve los golpes con precisión salvaje y primitiva mientras carcajea de forma alegre.

—¡Monjiro! ¡Quiero ir más rápido! ¡Hagámoslo más rápido! ¡Más fuerte!

Kyojuro se tensa y siente que se eriza. Esta gruñendo, sí. Definitivamente está gruñendo. Los niños parecen no escucharlo por el sonido de la pelea. Aunque ve a Agatsuma ponerse incomodo y mirar de forma obvia hacía donde se encuentran.

Kyojuro tiene paciencia, pero en este momento siente como si tuviera un agujero donde se está drenando toda hasta dejarlo seco. Siente una extraña picazón en la boca.

Tanjiro complace al niño jabalí, aumentando la velocidad de sus ataques y su fuerza.

Hashibara carcajea —¡Si! ¡Justo así Gonpanchiro!

—¡Mi nombre es Tanjiro! ¿Cuántas veces necesito repetirlo? ¡Tanjiro!

—¡Lo que digas, Santaro!

La pelea termina cuando Hashibara logra sacar a Tanjiro de una línea mal dibujada para delimitar la arena.

—¡JA! El GRAN INOSUKE GANÓ. ¡AHORA INCLINATE ANTE TÚ ALFA, MONJIRO!

Suficiente, voy a matarlo.

Antes de incluso pararse y asesinar al niño, Uzui logra obligarlo a seguir sentado. Kyojuro está a punto de pelearse con él cuando nota como el chico Agatsuma se mueve tan rápido para golpear en la cabeza a Hashibara.

—¡¿Y ESO PORQUE FUE, MONITSU?!

—¡¿Acaso eres estúpido!? ¡¿Quieres que nos asesinen, jabalí tonto?! ¡No te daré mi comida esta noche!

El terror en la cara del niño jabalí es tan divertido, que su enojo desaparece.

—¡No! ¿Por qué? ¡No hice nada malo! ¡Kentaro, dile que no hice nada malo!

Kyojuro ve como Tanjiro simplemente niega con la cabeza, divertido.

—Aun te daré parte del mío. Además, a Aoi no le importa que le pidas más raciones.

La conversación entre los tres chicos se aleja de su sparring y van caminando juntos hacía los baños para limpiarse que Kyojuro se siente de alguna manera confundido.

Espera, ¿porque estaba enojado en primer lugar?

Volteando a mirar a su amigo para pedir un consejo, este tiene una mirada bastante picara.

—¿Así que... eres de esos alfas celosos? Me impresionas, Kyojuro. No te hacía de esos — dijo en forma dramática.

—¡No estaba celoso!

—Si eso te deja dormir por las noches. Te creo — una risa burlona sale.

—¡No lo soy!

Desde entonces, Uzui suele molestarlo haciendo bromas sobre incluir a Tanjiro en su manada.

Kyojuro no admite lo mucho que le irrita que Uzui diga esas cosas. Porque él no es celoso.

No lo es.

Un mes para enamorarme, una vida para amarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora