Al final optó por comer en el comedor de la universidad, no le apetecía salir afuera. Oli y Calvin hicieron ascos al escuchar a Louis sobre comer allí, así que se fueron nada más mencionarlo por lo que según decían ellos -evitar una posible intoxicación alimentaria-
Nada más lejos de la realidad, la comida estaba exquisita.
Media hora antes, su madre le llamó confirmando aquello que ya sabía, no estarían en casa hasta por la noche, así que no le rentaba comer en casa, solo. Por ello, allí se encontraba, igual de solo en una mesa, pero con algunos estudiantes alrededor.
Algo era algo.
Después de acabar esa deliciosa pasta, salió del comedor agradeciendo a las cocineras, yéndose directamente a los vestuarios. Aún faltaba una hora para su primer entrenamiento, pero estaba bastante emocionado al respecto.
Sus amigos le animaron a apuntarse al club de fútbol oficial de la universidad. Esa tarde serían los primeros entrenamientos y debía mostrar sus aptitudes para ser aceptado.
Cuando tuvo el calzado adecuado, quiso recordarlo. En su mente sabía que amaba ese deporte pero no estaba muy seguro de ser tan bueno como sus amigos les habían recalcado. Es más, se le hacía raro volver a tocar un balón.
Así que, sin hacer mucho esfuerzo, volvió a dar toques con sus botas al balón, feliz.
Poco a poco, su vida parecía volver a su sitio inicial.
***
Se sentía observado, más no juzgado.
"Tuviste un ataque de ansiedad. Es totalmente normal y esperable en tu situación."
Harry tenía las sábanas hasta arriba de su cabeza y se negaba a salir de su cama. Otra vez la misma mierda, pero diferente día.
"Harry." Elena quiso llamar su atención después de que su paciente no tomara palabra por más de quince minutos. Se quedó debajo de las mantas y parecía no tener intenciones de salir. Suspiró y se quedó tumbada al otro lado de la cama. Aunque pareciese mentira, ya se había forjado un ambiente de confianza entre ellos.
"Pensé que estarías animado después de lo que hablamos."
Harry se removió de su lugar, metiendo mejor sus pies en la tela calentita. No estaba dispuesto a salir, pero si a escuchar.
Elena dejó que pasaran unos minutos para volver a hablar. El silencio también era una parte fundamental para curar.
"Tienes que hacer el mayor esfuerzo de tu vida, Harry." Afirmó. "No huyas de él. Eso te dolerá aún más."
El ojiverde cerró sus puños, teniendo su almohada más que arrugada debajo de su cabeza. Era tan fácil decirlo, pero tan horrible de vivir. Prefería salir corriendo antes de volver a derramar lágrimas delante de Louis. Ya lo había visto llorar y le angustiaba el no darle la impresión que tuvo en Louis la primera vez que le vio.
Tal vez estaba obsesionado en volver hacer sentir algo en alguien que no quiere ese sentimiento.
Tenía que parar. Debía parar.
No sería justo que Louis viviera feliz su vida, sin nada que lo aprisionara o que causara lastre alguno, mientras que Harry se carcomiera su felicidad por alguien inexistente.
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¿Nos conocemos? (L.S.)
RomanceLouis pierde la memoria, y con ella, los cinco años que pasó con Harry. Borrón y cuenta nueva en un cuaderno de melodías. Al principio, la daga era solo eso, una daga que solo cortaba, que hacía daño, vacía por dentro. Un arma afilada que solo pre...