Estoy sentada en el sofá de la casa de Dylan, por alguna razón no bajó a recibirme él, sino su madre. Estoy usando mi teléfono celular mientras lo espero y también estoy tratando de pensar lo que le diré a Julie, acerca de lo que hablamos ayer Dylan y yo.
Su madre está sentada frente a mí, viéndome expectantemente. Parece como si me estuviese estudiando, mis expresiones; mis suspiros; mis movimientos. Y por un momento siento que actúo nerviosa, pero trato de no demostrarlo para que ella no note como soy cuando lo estoy.
Se siente tanto silencio y una enorme pesadez que nos separa a las dos, que siento un enorme agradecimiento con la persona que acaba de tocar la puerta.
Ella se levanta a abrir y sonríe cuando mira a la persona-¡Julie, hola! Pasa adelante. Qué bueno que hayas venido a charlar con los chicos acerca de su viaje.
Julie entra, y no parece más que otra adolescente como Dylan y yo. Piel morena, ojos marrones oscuros, casi negros y una cabellera ondulada y larga que es de color castaña. Viste jeans y chaqueta, se ve moderna, pero no es moderna. Su sonrisa desaparece la pesadez en el ambiente y me hace sonreír a mí también. Supongo que eso es lo único que comparte con Dylan: Esa sonrisa brillante que me contagia.
-Hola, tía Caroline. ¿Cómo estás?-Dice, al tiempo que entra y se sienta frente a mí en el otro sofá. Me mira-Hola, tú debes ser...
-Susan-Contesto, mientras agito mi mano para saludarla-Es un placer, Julie.
Ella asiente-El placer es todo mío, cariño. Mi tía me ha hablado maravillas de ti.
-Vaya, eso es genial-Digo, pero hay una cara sorprendida en mi rostro que no pude evitar-Siempre intento ser una maravilla para las personas.
Ella ríe un poco-Pues, somos iguales entonces.
Yo río, pero hay cierta incredulidad dentro de mí. Y no es tanto por ella, sino por mí. Julie se ve radiante y muy feliz, pero Dylan tiene razón, yo soy amargada y apagada, agregando que tengo los sentimientos de una roca.
La madre de Dylan se acerca a nosotras-¿Les gustaría subir y charlar con Dylan acerca del viaje?
Ambas asentimos, y juntas subimos las escaleras hacia la habitación de Dylan.
-Hace tiempo que no subía estas escaleras. Y menos para estar en la habitación de Dylan, él nunca me dejaría entrar-Julie pasa sus manos por un mechón de cabello más corto que los demás, sonriendo emocionada-Espero que esta sea una oportunidad para relacionarme más con mi primo.
Ella se ve tan joven, pero usa términos tan adultos. Me llama la atención todo lo que dice acerca de Dylan, "nunca me dejaría entrar", "Una oportunidad para relacionarme con mi primo" Es como si Dylan hubiese sido malo con ella años atrás.
Asiento-Oh, sí que lo será.
Ella me mira, extrañada. Pero luego su sonrisa vuelve a aparecer-Claro, eso espero.
-Por cierto, viajaremos la semana entrante. Espero que no tengas planes.
Ella niega con la cabeza, sonriendo levemente.
Nos paramos frente a la puerta y la toco unas cuantas veces. Dylan responde del otro lado, titubeante y con sigilo-¿Quién está allí?
-Dylan, abre la puerta. Julie y yo estamos aquí para charlar contigo-Digo.
Se oye un silencio por un par de segundo, pero luego Dylan abre la puerta.
-¡Hola, Dylan!-Exclama Julie, sonriente.
Él la mira, serio. Como si no fuera una sorpresa-Ah, hola.
-¿Nos dejarías pasar?-Digo y me siento un poco enojado con Dylan por el trato que le da a Julie.
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Mi Perfecto Idiota.
Teen FictionSusan es completamente una "corazón de roca". Nada puede conmoverla o hacerla cambiar, sus bases están clavadas dentro de sí y ninguna persona la hará cambiar de opinión. Pero eso se pone a prueba cuando su mejor amigo Dylan, un chico con más aire e...