Moonchild [Seesaw]

Capítulo 7

[Un año después]

Un evento de suma importancia para el reino sería llevado a cabo esa noche en el palacio, y es que nada más ni nada menos era su hija quien, tras haberse presentado definitivamente como Alfa, le pidió que organizara un baile con las familias nobles de la dinastía para poder escoger una Omega o un Alfa hombre quizá y así comprometerse. Puede que ella no fuera vista por la corte como una "legítima" heredera, sin embargo eso no borraba el hecho de que era la hija de un Rey, que muchos estarían interesados en ella por su estatus social.

Honestamente no estaba de acuerdo con lo de realizar una fiesta de emparejamiento, era una tradición realmente antigua que hacía mucho tiempo no se utilizaba pero si esa era la decisión de su cachorro entonces la respetaría, después de todo tenía el derecho de escoger una pareja que creyera conveniente para ella aunque no existiera el amor de por medio. No era lo que hubiera deseado para ella pero sencillamente no podía interferir en su vida.

Dejando de lado los deseos de Hyejin, había algo que realmente le preocupaba, el hecho de Jihyun y Seohyun también estarían presentes ya que desde luego vivían allí. Al mayor de los hermanos Min le encantaban las fiestas así como coquetear con cuanto Beta u Omega se le cruzara. La ceremonia de cortejo no solo era para la princesa sino que todas las familias asistirían para presentar en sociedad a sus hijos o bien buscar una pareja ellos mismos. En ese contexto muchos irían tras Jihyun quien no dudaba en llevar a nadie a la cama y si es que Yoongi se enteraba de eso... no quería siquiera imaginarlo. Por otro lado estaba Seohyun, a él no le apasionaban tanto ese tipo de eventos pero ya era un Omega en todo sentido con excepción de que aun no presentaba su celo. Era sumamente inteligente, hermoso, de linaje real y además virgen, por esos motivos sería el centro de atención ese día incluso más que la supuesta protagonista. De solo pensar en eso sentía como si su sangre hirviera, adoraba tanto a ese Omega que no se sentía preparado para verlo comprometerse con alguien pero no es como si pudiera hacer algo al respecto más que rogar que no se sintiera atraído por nadie en particular. Una vez supo mencionarle casualmente que estaba enamorado de un Alfa, con el que quería casarse y tener muchos cachorros pero, dado que no lo hizo otra vez, suponía que solo debió ser un enamoramiento pasajero de esos que tienen los adolescentes.

Su cabeza daba vueltas una y otra vez en un sin fin de cosas, llegando así la noche para la cual no estaba listo a pesar de que las puertas del palacio ya habían sido abiertas. En poco tiempo el salón principal estuvo repleto, y pasada media hora su hija bajó por la escaleras luciendo un hermoso vestido rojo y de brillantes. Ella comenzó a interactuar con los invitados mientras que él se dedicaba a observar a Jungkook a quien no imaginaba bajo ninguna circunstancia participar de eso. Notaba una ligera sonrisa en el rostro de este y honestamente eso lo confundía, después de perder a Taehyung, era como si su hermano no tuviera emociones a menos que se tratara de Jihyun y Seohyun, pero esa sonrisa... no podía relacionarse con "felicidad" sino más bien con algo "cínico" ¿Qué era lo que en verdad sucedía? ¿Acaso estaba tramando algo?

Aquellas preguntas quedaron en la nada pues pronto comprendió todo, al ver a los hermanos Min bajar uno a cada lado de las escaleras, robándose las miradas y los suspiros de todos los presentes. Jihyun vestía una especie de tapado negro bordado con dorado mientras que Seohyun llevaba el mismo atuendo pero de color blanco. Ambos conjuntos dejaban expuesta la piel de los omegas hasta por los hombros, dejando ver sus cuellos adornados por gargantillas de diamantes como una clara incitación a que observaran el lugar en donde podrían llevar una marca.

En ese momento Jungkook se acercó hacia el lado izquierdo de las escalinatas para tomar la mano de Jihyun y ayudarlo en el tramo final aunque realmente no lo necesitara, aquella era una cortesía o una muestra de cariño hacia ese joven al que había visto crecer. Mientras tanto, Seohyun lo observó directamente a él, no fue necesario que dijera nada y de igual forma fue hasta él y le sujetó la mano. Ese simple contacto, en la circunstancia en la que se encontraba, hizo que se sintiera ligeramente apenado por no dejar de destacar mentalmente la belleza del Omega de cabellos grises. Inmediatamente llegó el recuerdo de cuando Seohyun tenía diez años, cuando lo vio bajar por primera vez con un inmaculado traje blanco muy similar al que ahora tenía.