10.-Susan, mantén tu boca cerrada.

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Tengo la maleta sobre la cama. A un lado está una montaña de ropa doblada que llevaré para viajar. Nos iremos mañana, y como siempre me sucede, hago esto a último momento. Estoy decidiendo si ordenar mi ropa por colores o por tipos; es ridículo, lo sé, pero no quiero olvidar algo que vaya a necesitar más adelante.

Me siento en la cama y suspiro, me siento como la peor mentirosa del mundo, pero en realidad la frase siempre se ha dicho mal. Digo, ser el peor del mundo significa que eres malo en ello, pero yo soy muy buena mintiendo. Por lo que me siento la mejor del mundo, en cuestión.

No puedo creer la forma en la que convencí a mis padres de esto, pero lo hice. Logan parecía verme sospechosamente mientras conversábamos en la cena, pero se quedó callado. Luego de que terminara la conversación con mis padres al respecto, él me siguió a mi habitación y se sentó a verme hacer mi equipaje. Me observó por un rato y me dijo: "Susan, no soy estúpido" Yo le dije que sí lo era, pero volvió a repetirlo y salió de la habitación soltando una leve carcajada que estaba escondiendo mientras se iba. Eso fue totalmente extraño, y sé que Logan no es estúpido por adivinar que algo anda mal con este viaje.

Saco el pensamiento de mi cabeza, sacudiéndome. Finalmente decido tomar un papel y hacer una lista de lo que me pondré cada día, y así sabré si no dejo algo y estaré más organizada. Lo hago tal cual como mi hermana mayor me enseñó, mi hermana Charlotte, ella es mayor que Logan y que yo por muchos años de diferencia y se mudó de ciudad cuando comenzó la universidad. La verdad es que la extraño mucho.

Estoy pensando en ello cuando Dylan me llama por teléfono. Contesto-Hola, Dylan. ¿Qué hay?

-Susan, ¿estás preparada para ir a Nueva York?

-Uhm, así es-Digo-¿Tú lo estás?

-Seh, mi equipaje está listo. Tuve que lavar la mitad de mi ropa que ya estaba en mi maleta. Clairs la vomito.

Río-¿Qué?

-Él estaba husmeando lo que hacía, y de un momento a otro se asomó en mi equipaje y le escupió todo lo que tenía en el estómago. Hasta creo que vi un juguete.

-Oh, por Dios, qué asqueroso. Definitivamente no quiero tener a un chico con olor a vómito junto a mí.

Él ríe-Ya está lavada otra vez. En mi equipaje.

-Más te vale que huela bien. Oye, por cierto, no olvides tus identificaciones.

-No las olvido, Susan. ¿Tú lo haces?

-¡Por supuesto que no! Sólo no quiero retrasar mi viaje por un idiota que olvido sus identificaciones.

-Sí, descuida-Dice, sonando aburrido.

-Hey, ¿qué has sabido de Julie?

Él resopla-No ha parado de llamar desde el día en el que hablamos con ella. Y siempre pregunta por la bebé, al parecer se encariñó mucho de ella.

-Y qué, ¿estás celoso?

-No, simplemente... no lo sé-dice, pero yo sé que si sabe.

Me acuesto en la cama, rozando mis dedos contra la mesa de noche-En fin, ¿estás listo?

-Sí, te dije que si lo estoy.

Muevo la cabeza, negando-No me refiero a eso. Pregunto si estás listo para encontrarte con... Christine.

Dylan se queda callado por un momento, y luego aclara su garganta-Oh, bueno, supongo. Será complicado volver a verla después de lo que pasó, pero...estaré bien, creo.

Asomo una sonrisa, pero no una de felicidad, se parece más bien a fruncir los labios, pero no lo es del todo. Limpio mi garganta-Amm, Dylan. Es curioso que diga esto pero, yo...

Mi Perfecto Idiota.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora