Al entrar en el restaurante vio que estaba decorado con plantas en grandes macetas de cerámica.Souichi, fingiendo que leía el menú expuesto a la entrada, intentó realizar un reconocimiento preliminar por entre el follaje, pero se rindió.
-¿Puedo ayudarlo, caballero?
Sobresaltado por la súbita presencia del empleado, estuvo a punto de tirar el soporte de hierro forjado donde guardaban los menús.
-Lo siento -dijo consternado y con la cara un poco roja - Me gustaría almorzar.
-Lo lamento.... pero tenemos todas las mesas reservadas. Tal vez desee hacer una reserva para otro día.
El tono que empleó no fue desdeñoso mientras lo vea de los pies a la cabeza, parecia desaprobar su atuendo, y después de verlo actuar con el soporte para los menús quizas lo visualizaba avanzando por el restaurante y sembrando la destrucción con las cortinas de terciopelo rojo y cualquier otra cosa que se interpusiera en su camino.
-En realidad, voy a reunirme con un amigo -indicó como retando al empleado.
-¿Ah sí? ¿su nombre, caballero?
-Creo que su reserva la habrá hecho editorial G
-Me temo que no tenemos ninguna reserva bajo ese nombre -explicó el empleado después de consultar un libro
-Bueno, entonces a nombre de Akane san- señaló Souichi, que lo había seguido al interior oscuro.
-Tampoco ese nombre, caballero --dijo con alivio al ver que no rompía nada- Quizá se haya equivocado de restaurante.
-¡No me equivoqué de restaurante! -respondió con voz irritada- Ni de día ni de hora -se apresuró a añadir, anticipándose al empleado- Tal vez si pudiera echar un vistazo y comprobar si los puedo localizar -no los veía en las mesas con mantel blanco que había en el centro de la sala, pero las laterales, ocultas por las cortinas, resultaban más difíciles de investigar.
El empleado reaccionó como si le hubiera sugerido organizar una cacería de cucarachas en la cocina.
-¿Qué sentido tendría, señor, cuando ya le he dicho que su amigo, Akane, no está aquí?
-El nombre de mi amigo no es Akane -indicó Souichi, ruborizándose un poco cuando el empleado alzó la vista al techo- Es Morinaga.
-Sí tenemos una reserva con ese nombre -dijo con clara renuencia el empleado tras una pausa- pero era para dos personas, y su invitado ya ha llegado.
-Perfecto -aceptó Souichi- Por favor, lléveme con ellos durante un momento pensó que se iba a negar. Dio un paso decidido al frente y lo vio encogerse de hombros con gesto fatalista antes de llevarlo a una mesa en el otro extremo del lugar.
Su intención había sido disculparse para superar el primer momento incómodo de haber interrumpido su almuerzo.
Pero eso fue antes de ver que la persona que acompañaba a Morinaga no era la silueta pequeña de Akane, sino un atractivo rubio, vestido de traje que parecia algo mayor en edad que Morinaga, aunque Morinaga seguia siendo mas alto. Estaba inclinado hacia el, sonriendo y señalando algo en el menú.
Tenia los ojos azules, también tenía buenos dientes, notó Souichi con pesar, ya que estaba a punto de hacérselos tragar. Lo sorprendió la ira ardiente que lo dominó. Y también el dolor que sintió.
Ya no podía fingir que se trataba de un terrible error, ni siquiera un mal sueño. Ante el tenía la prueba viviente.
-Souichi san -Morinaga se levantó. Estaba sorprendido pero no mostraba ni una sola señal de culpabilidad- ¿Porque tu estas...? que casualidad, viniste al mismo lugar ¿Quieres acompañarnos?
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Otra persona
FanfictionMorinaga se ha convertido en un famoso escritor y ahora el y Souichi estan casados legalmente, todo deberia estar bien o eso es lo que Souichi espera, pero algo cambiara su tranquila vida de repente .