He's all i want #3 [Yoonmin]

ÚNICO

Primera parte: He's not the Grinch
Segunda parte: He's not my boyfriend
Tercera parte: He's all i want

(Todas disponibles en mi perfil)

[23 de diciembre, 22:57 horas]

— Yo sabía que no era buena idea irnos de vacaciones tan cerca de las fiestas... — murmuraba Jimin dando vueltas en el cuarto del hotel.

Para celebrar otro mes más siendo novios, Yoongi y Jimin habían decidido pasar un par de semanas en la Isla Jeju aunque en el fondo esto no convenciese al menor. Dado que su vuelo de retorno estaba agendado para el día veintidós a la mañana ninguno se opuso a tener un tiempo exclusivo para ambos y lejos de los niños en su casa.

Oh, cierto... ¡Cuánto pasó en un año!

Desde que decidieron estar juntos, Sunghoon — hermano menor de Jimin — se mudó con ellos a la Mansión Min. El menor se había convertido en trainee de la empresa del millonario pero como vivía en Busan debía conseguir un lugar más cercano.

¿Qué otro lugar mejor que la casa de su cuñado? Él mismo se lo ofreció, incluso. 

Aunque eso habilitó la entrada de los demás trainees al lugar, los cuales se hicieron amigos de Sunghoon.

— Cariño, lamento mucho esto... — dice Min con tristeza.

— Díselo a Park Jihyo cuando no nos vea llegar a la casa para Navidad. — contesta con frustración.

Frustración que no era para Yoongi, claro que no. Todo era culpa de la aerolínea que contrataron, que no había guardado correctamente la reservación de sus pasajes dejándolos sin vuelo en plena víspera navideña.

Se suponía que debían pasar el veinticuatro y veinticinco en casa de los Park y Año Nuevo en la Mansión Min — como el año anterior — pero todo se había arruinado.

— Deberíamos llamar a tu madre para avisarle que la aerolínea aún no nos consiguió vuelo, Minnie. — el menor lo mira con un triste puchero que sólo significaba una cosa: él no iba a ser quien le contara a aquella mujer la fatídica noticia. — ¿No querrás que le cuente yo, no? — pregunta con miedo.

— ¡Porfi! — pide. — Mamá te ama más que a mi... Y eso que soy su hijo. ¡Si se lo dices tú el efecto va a minimizar!

— ¡Bien...! — alza las manos en rendición. — Pero quiero mimos en recompensa, y que sean muchos porque me voy a quedar sordo con esto.

Jimin asiente frenéticamente en lo que Yoongi toma con lentitud su teléfono y así marcar al teléfono de la señora. 

Todo sea por retrasar ese momento.

— ¡Hijo! — grita la mujer. — Yoongi, ¿ya están camino a Busan? 

Yoongi pone la llamada en altavoz para que Jimin escuche.