Caminaba despacio por la acera agarrando la mano de su padre con fuerza para no soltarle, los guantes en sus manos y el abrigo que portaba encima de su uniforme le daban calor para no congelarse en el camino, aún seguían en invierno y el frío era constante.
Hoy entraba de nuevo a clases luego de casi dos meses en vacaciones, para su suerte y desgracia por igual, la guardería en donde estuvo el año pasado también tenía una institución de primaría, por lo que ese año estaría con los mismos compañeros, o casi los mismos.
Al parecer, en primaría en vez de una sola clase habían tres, a él le había tocado ir al primer aula junto a dos de sus amigos, para mala suerte Rubén estaba en el tercer aula, junto a su dolor de cabeza, Karchez.
── Llegamos. ─ Escuchó a su padre decir, pero su atención estaba fija en el aula donde se supone que iría. ── ¿Listo, campeón? ─ Alzó el rostro sonriendo hacía su padre, asintiendo varias veces.
El castaño se agachó desordenando su cabello negro, río divertido mientras agarraba con ambas manos la del adulto para quitarla.
── Te veo a la salida. ─ Le dió un beso en la frente y se levantó dándole un empujón en la espalda.
El pelinegro observó el salón de clases y luego a su padre, este le sonrió con confianza. Dudó por un segundo en si empezar a caminar hasta que vió a su amigo de lentes, se despidió rápidamente de su padre empezando a correr hacía el castaño, una vez cerca le saltó encima asustandolo.
── ¡Ahhh tonto! ─ Río divertido escuchando como su amigo también empezaba a reír.
Empezaron una pequeña pelea en broma hasta que alguien los interrumpió, un niño de cabello oscuro casi negro, ojos verdes y abrigo de flores rojas se acercó a su amigo con demaciada energía.
── ¡Juan! ─ Le saltó encima dándole un abrazo, el castaño se sorprendió pero rápidamente una sonrisa muy visible apareció en su rostro, el pelinegro estaba confundido.
── ¡Daniel! ─ Aceptó el abrazo; Él por su parte los veía en silencio, con intriga por quién era el de ojos verdes.
── Oh, ¿Es tu amigo? ¡Míralo, que pequeño! ─ De repente la atención se dirigió hacía él. El amigo del de lentes se acercó demaciado apretando sus mejillas con ambas manos, le dió miedo.
Ese chico se notaba unos años mayor, Juan y él tenían siete años, por lo que deducía que "Daniel" tendría ocho, ya que era ligeramente más alto que el castaño y mucho más alto que él.
── Déjalo Daniel, eres mayor solo por un año. ─ Tenía razón. Se alejó soltando sus mejillas, estaba aliviado.
── ¿Tiene siete? Parece de cuatro. ─ Lo miró con obvia molestia, escuchando la risa escandalosa del chico. Le caía bien pero le llegaba a dar miedo también.
De repente sintió un jalón a su abrigo, antes de poder reaccionar alguien por detrás le puso el gorro del buzo de forma brusca, se alteró rápidamente soltando un medio grito, los otros dos niños también se sorprendieron yendo a ayudarlo de inmediato, quitándole el gorro con rapidez.
── ¡Hey, ¿Que te pasa tonto?! ─ Escuchó como le gritaba a alguien el oji verde mientras su amigo le retiraba el gorro; Volteó a ver hacía atrás, frunciendo el ceño al encontrarse con su pesadilla.
── Ups, fué sin querer, ¿O va a llorar su amiguito? ─ Se paró firme enfrente del castaño, aunque fuera un poco más alto podía verlo sin alzar el rostro, con su molesta sonrisa.
Le sacó la lengua enojado viendo la cara de sorpresa del más alto, quien lo empujó hacía atrás siendo rápidamente sostenido por sus amigos, frunció el ceño aún con más rabia y se acercó a darle un empujón a él.
Así siguieron entre empujón en empujón, hasta que él cayó al suelo al no ser agarrado por sus amigos, sintió sus ojos cristalizarse apenas impactó su pequeño cuerpo contra al suelo, aún estaba enojado, pero las lágrimas empezaron a salir por si solas.
── ¡Ya va a llorar! ─ Apretó los dientes al escucharlo, el mayor de todos se acercó para ayudarlo a pararse, sus lágrimas caían como mares pero el enojo era mayor.
Se acercó con rabia hasta el castaño y le dió un fuerte empujón haciendo que caiga de espaldas, escuchó como soltaba un grito y se asustó rápidamente olvidando el momento, el niño se sentó como pudo conteniendo las lágrimas hasta una gota de sangre bajó por su nariz, todos se asustaron al verlo.
Soltó un quejido bastante alto llamando la atención de una maestra quién fue corriendo rápidamente.
── ¡¿Que pasó aquí?! ─ Se quedó en shock por un momento, mientras el mayor de todos se ponía enfrente suyo.
── ¡Se cayó de espaldas y se golpeó la cabeza, le está sangrando la nariz! ─ La docente se agachó rápidamente en busca de ver que le sucedía al castaño, lo ayudó a parar mientras subía su cabeza con una mano para que la sangre dejara de bajar.
── ¡Vamos a la enfermería, ay Dios! ─ Empezó a caminar rápidamente arrastrando al niño detrás suyo, al pelinegro le sorprendió el hecho de que no haya llorado ni un poco, mientras él lloraba por cualquier cosa.
── Te acabo de salvar, niño. ─ Volteó el rostro hacía el del oji verde, quien lo observaba con una mueca de disgusto y una ceja levantada.
El primer día no fué el mejor.
Dato; Los padres de Axo son Raúl y Sara, por lo que no aparecerán en la historia mucho, solo cuando se hable de su familia.
Los padres de los demás niños ya verán quienes son, así que tengan en cuenta que no todos serán niños/adolescentes.Segundo dato; Daniel es 8cho, por si no lo saben es su nombre real. Quise ponerles sus nombres reales y sus apodos para cuando sean más grandes, aunque a Axo lo dejé así porque básicamente no sé cuál es su nombre real.
Tercer dato; Como ya aclaré en la primera parte de esta historia, sus apariencias irán cambiando conforme avance todo, así que Axo tiene el cabello negro, no bicolor, Karchez igual lo tiene castaño, no blanco, y así con el resto que tienen cabello de colores. A Rubius/Rubén le puse rubio porque se me hace diferente, ya que todos son castaños, aparte de que en muchos dibujos de él lo ponen de ese color.
En fin, ¡ Si hay alguna falta de ortografía o incoherencia escribanlo en comentarios porfa !
─ LiaAam.
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⊹ Alphabet Boy┇TORTILLALAND ⊹
Fiksi PenggemarSe conocen desde niños, vivieron tanto juntos pero nunca pudieron llevarse bien. Quien diría que terminarían así. ── 𝘒𝘢𝘳𝘻𝘦𝘳.