Perdóname

Narrador omnisciente

Jimin era un chico que vivía tranquilo, no es como otros chicos de su edad, a él le gusta el silencio y disfruta sus ratos a solas, pero su tranquilidad se fué al carajo cuando tomó la desición de mudarse

A simple vista parecía un vecindario tranquilo, se mudó a la casa que tenía vista a la entrada del vecindario

La casa era linda, con el espacio justo y necesario para él mismo, no se quejaba, pero ya no cuanto llegó la noche se arrepintió

Pues empezó a escuchar a su vecino en la casa de al lado intimando con quién sabe quién en plena madrugada

Narra Jimin

Apenas me había acostado y por acomodar mis cosas y los vecinos tiene sexo...?

Suspiré frustrado y me levanté, me puse zapatos y fuí a la casa junto a la mía

Jimin: que no saben que hay personas que queremos dormir..?- dije para mí mismo y toqué la puerta

Espere unos segundos pero solo escuchaba gemidos de un hombre, eso me desesperaba, volví a tocar la puerta pero nadie me contestó

Estuve al rededor de 20 minutos tratando de que me abra la puerta pero al final me fuí completamente enojado

Jimin: porque las personas quieren hacerlo a altas horas de la noche sin tener respeto por los demás?- me pregunté mientras me acostaba y cerraba los ojos de nuevo

Tenía que estar descansado para mañana en mi nuevo trabajo, pero esos gemidos no me dejaron dormir hasta las 4 de la mañana cuando recién se detuvieron

Al fin pude dormir pero al día siguiente estuve cansado todo el día por culpa del vecino...... Maldito vecino calenturiento..

Cuando salí del trabajo fuí a la casa del vecino, pero de nuevo no abrió nadie

X: jóven, el hombre que vive ahí nunca le abre a nadie y su hijo tampoco

Jimin: así que viven un padre y su hijo aquí?- lo miré

X: si, pero el chico solo sale para ir a la escuela y después es como si la tierra se lo tragara

Jimin: comprendo..- dije decepcionado porque no podría reclamarle al vecino- gracias- volví a caminar para volver a mi casa

Narrador omnisciente

Conforme pasaban los días, el bajito com no a acostumbrarse a los gemidos cada noche

Los días se volvieron semanas y las semanas en meses, pero en todo ese tipo jamás había visto al hombre o a su hijo salir de la casa

Decidió no tomarle importancia y seguir con su vida, la verdad ya no le importaba mucho el ir a reclamarle a esa persona que no lo dejaba dormir en la noche

Ya se había acostumbrado.
Pero un día antes de irse al trabajo, alguien tocó la puerta y al abrir era un jovencito que jamás había visto, tenía un uniforme de escuela y una carta en sus manos

Tae: hola señor- dijo con una bella sonrisa cuadrada

Jimin: hola.....? de dónde eres niño?

Tae: soy su vecino..- señaló la casa junto a la del bajito

Jimin: tu eres el que no m deja dormir en las noches?

Tae: ah no, no soy yo..- se había puesto muy nervioso- es mi padrastro..- de la nada le entregó una carta- se que llegó hace varios meses pero no había podido darle su carta de bienvenida