Siempre junto a ti

Pequeños problemas

Su mano toca mi entrepierna y suelto una respiración larga, todo mi cuerpo pide con ansias su contacto, sus caricias, lo piden a él por entero. Sonrío cuando empieza a dejar besos por mi cuello causándome una placentera sensación pero a la vez cosquillas, a veces era muy sensible ante el contacto.

-Kathe- Murmura entrecortadamente y yo me tensiono al sentir sus dedos frotando mi parte intima por encima de la ropa- A qué le temes?

-A que me guste

-Que tendría de malo eso

-Que ya es suficiente que esté enamorada de ti para venir a sumarle una obsesión y deseo sexual insaciable 

Sus dedos paran su ataque y deja de recorrer mi cuerpo con sus besos para subir hasta mi rostro, su acción me confunde y el parece querer memorizar cada mínimo detalle del mío

-Estás enamorada de mi?

Su pregunta me coge por sorpresa ya que ni yo pensaba en lo que decía al decir eso

-Yo...bueno, no lo sé, quiero decir

Empieza reírse en mi cara porque me imagino que mi rostro debe ser una mezcla de vergüenza, confusión y quien sabe que más.

-Me vas a follar o no?- Le interrumpo su risa irritada y ansiosa, pero con un tono exigente

El rostro de Dalick se transforma incapaz de creer lo que acaba de escuchar.

-Ay no, que mierda acabo de escuchar- Una voz ajena aparece en nuestro pequeño momento y yo como primera reacción empujo a Dalick y lo mando lejos para posteriormente colocarme de pie.

Me paralizo al ver a Mike el novio de mi hermana asomado por la puertilla que da a este lugar, su rostro es una combinación entre asco y seriedad.

-Date por muerto hermanito.

-Yo te debería decir eso- Responde Michael con un poco de diversión- El novio de esta niña la está esperando en el salón principal

Mi corazón se detiene sin dar aviso, parezco imbécil, ¿que corazón avisa antes de detenerse? Tipo, hola si soy tu corazón, voy a dejar de funcionar en tres, dos, uno.

Sin poder evitarlo estoy riéndome de mi misma y los chicos solo me miran extrañados

-No puedo creer que te guste Dalick- Murmura Mike yéndose por donde vino

-Imposible que no lo haga- Le responde Dalick colocándose de pie

Se que tengo que ir a enfrentar la realidad y decirle la verdad a Cristian, solo que no sé como se lo tomará y realmente estoy muy asustada. 

-Si quieres yo voy, le explico que estás enamorada de mi, y que nos ha interrumpido una follada con su visita

-Muy chistoso

Le pego suave o eso creo ya que se queja un poco, pero no me detengo a pensar en eso y procedo a ir al encuentro con Cristian. Con cada paso mi corazón se acelera más y mi mente se vuelve un desastre completo, realmente había hecho mal pero la situación iba mucho más allá de algo que simplemente se pudiera juzgar a la ligera. 

Camino despacio casi como si mis pies le pidieran permiso al otro para funcionar, cuando entro al salón principal veo a un muy pero muy desarreglado Cristian, su cabello naturalmente rojo está despeinado y usa la misma ropa de ayer, estaba sentado en el sofá pero al verme se levantó de inmediato y se acerco a mi. Su rostro lleno de preocupación intenta acercarse al mío para besarme pero yo me alejo y le rechazo por completo es justo en ese momento que una mezcla de sorpresa y shock invade su rostro, esto causa que se aleje de mi y me analice de arriba a abajo, es entonces cuando el enojo inunda su rostro, de seguro porque aún tengo ropa de Dalick, mis mejillas están sonrojadas, y cabello hecho un desastre.