Cap 22. El jacuzzi de la pasion

1.9K 63 32
                                    


NOTA DE AUTOR. LO SIGUIENTE QUE LEERA SERA UNA SERIE DE TEXTOS EROTICOS Y VULGARES, Y ES RECOMENDABLE QUE DESPUES DE LEERLO PROCEDA A VER ALGO QUE REPRIMA TALES PENSAMIENTOS. 

Disfrute

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

Alcina había comenzado su día con un sueño placentero que ella nunca antes había experimentado. Esos pensamientos y sueños tan íntimos le habían mostrado cosas que ella sintió con un gran placer. Pero tales sueños vinieron con un gran precio. Su ropa interior de tela negra había sido mojada durante la noche, pero no exactamente de orina. Sus ropas intimas estaban mojadas de un liquido traslucido que ella nunca visto, incluso cuando ella era humana.

A pesar de que esas ropas intimas estaban mojadas, ella se sintió feliz, muy a pesar de también recordar la parte donde Miranda arruinaba su sueño.

"Necesito una ducha" Dijo Alcina mientras se retiraba su vestido de seda roja. "Olga se encargará de esto" Alcina pensó. Solo sus dos sirvientas principales podían lavar sus ropas.

Alcina se pondría uno de sus tantos vestidos blancos, de igual manera ese vestido ya seria lavado.

Finalmente ella saldría de su cuarto.

Ella camino por el pasillo de su torre, donde ella habitaba. Después de uno cuantos pasos, aunque para cualquier mortal serian varios pasos.

Ella camino hacia la parte donde se conecta la torre con el resto de su castillo y finalmente entraría abriendo las dos puertas.

Para su delite, había una sirvienta limpiando una mesa, la sirvienta quedo sorprendida al ver a su ama despierta.

"Buenos Días, mi ama" Dijo la sirvienta mientras bajaba su cabeza ante su señora.

Alcina vio como la joven rindió pleitesía para ella, "seguramente Mariana y Olga la educaron bien" pensó Alcina.

Para Alcina, sus sirvientas eran las abejas y flores de su panal que era el castillo, no cualquiera de las muchachas de la villa podía trabajar en su castillo, aunque claro, ninguna joven trabajaba voluntariamente para ella, todas eran contratadas al azar y traídas bajo amenazas y por la fuerza. Sin embargo había excepciones como lo son Mariana y Olga, las sirvientas mayores que han servido al castillo por casi 30 años cada una. Luego estaba la joven Lupu, quien ya no era necesaria, pues ya había alguien que había tomado su lugar.

"Si que lo son." Dijo Lady Dimitrescu al acerarse a la joven. Esta joven era de las nuevas muchachas que habían llegado hacía unos días. Sus hijas le habían informado el sabor que cada una tiene. Era hora de que Alcina tuviese su bebida predilecta.

Alcina tomaría del hombre de la adorable sirvienta quien temblaba ante la fuerza de su señora.

"Mi hija Cassandra dice que tienes un sabor dulce, querida." Dijo Alcina mientras acercaba su rostro al de la joven de pelo negro y a la vez sus colmillos crecían.

La joven ya le había servida de su sangre a la señorita Cassandra y a Daniela. Ella sabia como eran los métodos de Cassandra, los cuales eran mas bruscos y bestiales mientras que con Daniela eran más soportables.

Peor ahora, quien succionaría su sangre esa mañana seria la propia Lady del castillo.

Pronto, el rostro pálido como le mármol de Alcina se acercaría al cuello de tez blanca viva de su sirvienta.

Esta sirvienta olía bien, como debía ser. Alcina había instruido a Olga y Mariana sobre la higiene. Ella no succionaría la sangre de alguien con le cuello sucio o apestado.

La Dama y el Forajido (Erron Black x Lady Dimitrescu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora