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"hazlo así, maldita sea..."
su relación no era algo de lo más convencional, sunoo era un chico pequeño, además algo tímido, con unas lindas mejillas regordetas que adoraba cumplir los caprichos y gruñidos de su bello novio.
"¿así esta bien, te gusta así?"
riki en cambio era algo diferente, siempre imponía y miraba en alto. su imagen era limpia, además de algo coqueta, aún siendo menor era confundido con alguien más maduro. y de alguna forma podría ser inesperada la forma en la que se quedaban a oscuras totales en las noches.
esa noche riki había optado por darle una visita a la nueva habitación personal de kim, era amplia, quería dejarle un pequeño regalito, no sabía que su forma tan elegante de vestir dejaría babeando al chico que apenas había terminado de ponerse su tierna pijama de ositos.
"nini, ¿que haces aquí?" el menor sonrió agitando la cajita con el regalo, lanzándola a su novio, quién sonríe en grande al ver el contenido después de apenas tomarla torpemente. "¡es muy lindo."
"lo escogí pensando en ti, siempre que veo cosas así te imagino usándolas..." kim estaba emocionado, la suaves pantunflas de garritas de gatitos le resultaban un sueño echo realidad. "¿ya te ibas a acostar, no puedo quedarme aquí?" la mirada coqueta del japonés siempre le indicaba a sunoo que esa noche querría atención.
"amor, acabamos de llegar de unos premios..." suavemente, el más alto se subió sobre su pierna, oh si, aquí era cuando el rostro del coreano de enrojecida al ver el espectáculo de como su mejor comenzaba a deshacerse de su ropa de la forma más deliciosa posible. "amor, no..."
"amor si." la risita juguetona del más pequeño resonó por todo el cuarto, kim estaba muerto de vergüenza al ver el bonito cuerpo de su novio mostrándose expuesto en su parte inferior. "quiero que hoy me hagas temblar justo como a mí me gusta." mierda.
solo su novio sabía cómo ponerlo tan nervioso, pero no era su culpa ser tan tímido, ¡apenas se atrevía a desabrocharle un botón de su bonita camisa de botones que había usado en la presentación.
"amor, se va a manchar, y la ropa está tan linda, y-y" un gruñido se le escapó al más alto, quién estaba a medio vestir frente a su novio, aveces verlo con algo de ropa encima le parecía más caliente que tenerlo simplemente desnudo.
"¡por eso, quiero que quede en todo expuesto que eres mío, y que yo soy tuyo!" podía resultar infantil su pequeño berrinche, pero no lo era en lo absoluto. poco a poco gateo hasta sentarse sobre su regazo, la creciente erección de coreano comenzaba a hacerse notoria en el holgado pantalón, mientras ni-ki apenas podría mantener la cordura para no sentarse sobre el y hacer que lo tocará como le gustaba. "prepárame "
"¿qué? tu siempre lo haces solo, ¿por qué no puedes hacerlo hoy?" el japonés se quedó en una posición de perrito, empinando su trasero a la cercanía del mayor, aún estaba impactado por aquella acción.
