jugar al amigo secreto no podía ser tan difícil, excepto si te toca un compañero mas extraño que la cresta y con aire asesino serial.
⊹ lmh & hjs / minsung = hanknow
➩ demasiados modismos chilenos
➩ mención de otros artistas y ships
➩ intento de hu...
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—sun, anda a comprarte dos paltas pa' tomar once. no queda mortadela.
—puedo comprarme algo con el vuelto? —su papá asintió. —ya oh, voy.
no sabía porque su papá le hacía comprar paltas, las weas estaban muy caras. aún así, se compraría un chicle o un kapo con el vuelto.
llegando al negocio tuvo que hacer una fila de puras señoras del barrio, se dedicó a distraerse con su celular, no le gustaba hablar con esas señoras.
—hola don beto, quiero dos paltas porfis— habló cuando fue por fin su turno.
—pedrito, tanto tiempo— se dice jisung, pero cerca. —cómo esta la familia, su mamá volvió?
ahí estaban otra vez. jisung se sintió incómodo, por razones como estas es que él nunca salía a comprar. metiches.
—emh no. bueno, las dos paltas y un kapo por favor.
—bucha mijo, su mamá y su papá eran grandes personas. recuerdo cuando eran cabros chicos y siempre estaban juntos jugando al luche o a las polcas. la eunji, creo que así se dice; nosotros le deciamos marta, siempre ganaba. una pena que se fue a corea y nunca volvió.
jisung se quería ir, odiaba que hablaran de su familia y más cuando no eran personas de su confianza. además, todas las viejas del barrio sabían su historia y opinaban todo el rato de ella:
"—su mamá es de las chinas, pa ese lado del mundo. su papá es el julio, chileno. la mamá se fue a su país y nunca volvió, dejando al cabro aquí tirado. pobre niño, se parece mucho a su madre, debe sufrir caleta sin ella.
—cómo se llama el niño?
—jiun, jisun, una wea así. todos le decimos pedro porque nombre pa raro que tiene, la mamá le puso así y ma' encima se manda a cambiar".
sí, esa era la vida de jisung: en la boca de todos en el barrio y más de las viejas sapas que quieren saber todo.
—disculpe, me da lo que le pedí por favor, mi papá me espera— intentaba ser amable, pero en su interior quería agarrar a chuchas a todos por hocicones.
—claro mijo, ya van— trajo lo que le pidió en una bolsa de plástico. —ya, dos paltas salen mil quinientos. más el kapo, dos lucas.
como que un riñón empezaba a sobrarle. las weas eran como de oro.
le entregó la plata y salió rajao del lugar sin despedirse ni mirar a los demás, nunca más volvería ahí y menos solo, aunque eso lo prometía siempre pero era el lugar mas cercano a su casa.
volviendo a su casa le entregó las paltas a su papá y se sentó en la mesa con la cara larga.
—qué te pasó que teni cara de peo?— su papá, que tenía la mesa lista, trajo un plato y empezó a preparar las paltas.
