The Danger's Eyes || h.s/ tran.

- NUEVE -

(( N/A: ¡Nuevo capítulo! Disfrútenlo bebes, voten y comenten mucho. Prometo subirles más seguido. Síganme en twitter @paynxez. Las amo millones. -fer, xx ))

9:

Escuché dos disparos más, pero justo en ese momento, un dolor punzante atravesó mi muslo derecho. ¿Harry disparo de nuevo? Sólo había una cosa de la cual estaba completamente segúra: Harry disparó la primera bala, pero no iba dirigida hacia mí.

Era todo lo contario, Harry me abrazó fuertemente contra su pecho. Mi cabeza descansó en su suave sueter, mientras su brazo derecho envolvía mi cadera, protegiéndome. Observé como apuntaba a alguién detrás de mí. Escondí la cabeza en su sueter, dios, olía condenadamente bien... Pero en este momento, eso era lo que menos me importaba. El dolor en mi muslo crecía cada vez más, sollozé, tratando de mantenerme fuerte y parada sobre mis piernas.

"Mierda." Escuché como murmuraba Harry.

Sin esfuerzo, me hechó sobre se hombro, haciendo que tuviera una bonita vista de su trasero. Con cada paso que daba, el dolor crecía más y más. Había un hombre tirado sobre el piso, un charco de sangre lo rodeaba. El primer disparó de Harry debía de haber ido directamente hacía él. De repente, ví un segundo hombre con una pistola. Él era realmente fuerte y tenía unos cuantos tatuajes visíbles. Al final de la calle había carros polarizados.

La policia.

Ellos venían tras Harry y me verían a mí con él. Oh no, no, no, esto estaba realmente mal. Encima, nosotros éramos solamente dos, y ellos eran más de cinco... ¿Ocho tal vez?

Nuestras opciones de escapar eran nulas.

De repente, Harry comenzó a correr en dirección contraria. Se adentró al frio bosque. Corría lo más rápido que podía conmigo en sus hombros. Escuché pasos detras de nosotros. Harry volteo rápidamente disparando a aquellos hombres. Cerré los ojos con fuerza. No queria ser parte de esto.

Ahora, lo único que escuchaba era la forzada respiración de Harry, mientras nos llevaba a una casa en el bosque. Caminó al rededor de unos veinte mínutos más. Me asusté de nuevo, estaba algo mareada mientras observaba como le quitaba seguro a la puerta y nos introducía en la casa. Estaba obscura, pero caliente, lo cual agradecí inmediatamente. La pierna me punzaba cada vez más, gemí a causa del dolor.

Harry prendió la luces, observé la casa, era algo lujosa pero no tan grande. De repente, Harry se dirigió hacia unas escaleras que llevaban a otro cuarto. El miedo ya no estaba, pero eso se debia a que cada vez me mareaba más. Mi cuerpo estaba totalmente exhausto y la pierna me estaba matando.

De un momento a otro, Harry me colocó sobre una superficie suave y realmente comoda. Al parecer era una cama, su cama. Caminó hacía su armario, y sacó un par de boxers limpios y una playera blanca.

Las lanzó hacía donde yo estaba.

"Ponte esto." Me dijó. "Te curaré la pierna después de que te hayas cambiado, tengo que sacar la bala de ahí." Habló. ¿Bala? Wow, entonces realmente me habían disparado.

Mis ojos viajaron por mi cuerpo, abrí los ojos sorprendida al notar la sangre en mis pantalones. Estaban empapados, casí como sí hubiera tomado una baño de sangre con ellos puestos. Aunque me sentía mareada, y mi pierna punzaba a causa de dolor, traté de enderezarme sobre la cama. Pero por el dolor, no logré hacerlo.

"No seas chillona." Habló Harry mientras me observaba.

"¡Vete!" Grité. "¡No quiero que mires mientras me cambio idiota!" Grité nuevamente.

Él alzó los brazos en señal de defensa y se dirigió hacia la puerta.

"Toma todo el tiempo que quieras perra." Me dijó saliendo se la habitación.

Por un pequeñísimo momento, creí que ya no era la "perra" para él. Pero me dí cuenta que estaba totalmente equivocada, la horrible etiqueta seguía en pie.

Me tomó mucho más tiempo de los usual en cambiarme gracias a mi estúpida herída. Había logrado quitarme la camisa que llevaba puesta, así como también, mis pantalones rojos. Ahora tenía una mejor vista de la herída. La bala estaba aún dentro de la piel de mi muslo, y la sangre no paraba de brotar. De repente, me dí cuenta que estaba a medio vestir en la cama de un criminal. Rápidamente tomé los boxers de la cama que Harry me había lanzado, y me los coloqué lo más rápido que pudé.

Pero gracias a mis rápidos movimientos comencé a sentirme mareada otra vez.

Y antes de poder procesarlo...

... una espesa negrura me absorbió por completo.