Capítulo 17: Confesión

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Diciembre 14, 1976

Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería

Sala común de Slytherin

4:30 p.m.

Después de unos días pensándolo y analizándolo, Severus se había decidido por tener una conversación sobre el tema con Brianna. Primero pensó tenerla con Regulus, después de todo, era el hermano de Stella y era su mejor amigo.

Por el primer detalle, pensó que tal vez decirle a su mejor amigo que le gustaba su hermana no sería la mejor idea. O al menos durante el inicio, le diría eventualmente, si es que resultaba ser que fuera más allá de sólo un enamoramiento. Por otro lado, decirle a Barty tampoco era la mejor idea considerando cómo era.

Así que su mejor opción era Bri. Después de todo, era una chica y conocía a Stella casi el mismo tiempo que Regulus, sólo le ganaba ese tiempo extra en el que ellos dos aún eran muy pequeños para estar con otros niños.

Sev se acercó a su amiga con calma para sentarse a su lado. En aquel momento, se encontraba leyendo un libro de diferentes plantas y pociones sanadoras.

—¿Bri?—preguntó Severus mirando sus manos.

—¿Si?—levantó la vista y notó algo distinto en él—¿Por qué vas con el cabello recogido?

—Ah...eso...

Más temprano ese día...

Stella había ido a ver a Severus mientras este hacía modificaciones a una poción dentro de un aula vacía. Esta se veía más volátil de lo usual y el cabello de Severus colgaba de su rostro. Ya era costumbre suya tener el rostro cubierto por su pelo oscuro. Era bastante largo, cosa que siempre le gustó.

—Hola, Prince—Stella lo saludó con calma.

—Stella, hola—Severus sonrió despacio al verla tratando de estar calmado. Una vez tuvo esa realización, era un poco más nervioso frente a ella.

Cosa que le molestaba. Al final y al cabo, le gustaba poder estar bajo control.

—¿Qué haces?—dijo ella mirándolo—. Bueno, sé que una poción, pero ¿Cuál de todas?

—Ah pues esta que se supone...—empezó a decir y dio un salto al ver que tuvo una explosión—. Ya no importa—suspiró despacio.

—Sev, siendo el gran pocionista que eres—dijo la palabra "gran" con ironía—, deberías saber que es mejor andar con el cabello recogido en estas situaciones.

—No todos podemos o sabemos hacernos eso que te haces con tu varita—Severus negó suspirando.

—Mira, es sencillo—Stella se acercó con calma y se puso detrás de él—¿Puedo?

—Supongo—murmuró con un ligero sonrojo tratando de estar calmado—. Digo, si no te molesta tocarlo, está algo grasiento, ya sabes, entre el humo de las pociones y que no lo he lavado...

—Tranquilo—rio despacio tomando una liga para el cabello y, con su varita, invocó un cepillo—. Te trataré bien.

—Bueno, creo—miró sus manos.

—Confía, yo soy la que termina peinando a Sirius—empezó a cepillar su cabello con calma—. Hablando de eso ¿No te ha vuelto a molestar? He tratado que se mantenga al margen.

Pensó en decirle lo que había ocurrido en clase de pociones, pero prefirió mantenerlo en silencio. Después de todo, no le afectaba en especial y tampoco era una de sus bromas.

La Noble Casa BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora