Cuanto desearía haberle hecho caso a Mía, oh vaya que debí de hacerle caso.— ¡Hey idiota, presta atención a lo que estás haciendo!— me grito Josh desde la parte de atrás del carro.
Mierda, si es cierto nos persiguen y en vez de manejar estoy lamentándome. Reacciona Hannah.
— Perdón, no vi el carro— digo después de casi chocar contra el carro de al lado.
— Si, ya nos dimos cuenta— dijo James, con enfado en su voz— podrías ir más rápido, nos alcanzan.
— Siento que mis habilidades de manejo no sean de tu agrado, si quieres ven y hazlo tú mismo— le conteste con una sonrisa sarcástica.
— Chicos dejen de pelearse— nos regañó josh
— ¡James empezó! — me queje
— Que madura Hannah— molestó james.
— Agh si nos atrapan por su culpa, juro que los voy a matar— dijo con ninguna pizca de agrado Josh.
— Sabes que no podrías vivir sin nosotros— le dijo james.
— No tiente tu suerte— Josh le dijo.
Bueno, en lo que ellos se siguen pelando, creo que debería presentarme; soy Hannah, Hannah Miller, tengo 19 años, nací en Sídney, capital de Nueva Gales del Sur y una de las ciudades más grandes de Australia.
Creo que han de estar algo confundidos, así que les voy a explicar desde el inicio. Antes que nada les quiero advertir, esta historia no tiene cosas muy felices que digamos, entonces si eres sensible no te la recomiendo.
Bueno ahora si, por donde empiezo...
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¿Qué esta bien y qué esta mal?
Teen FictionHannah forma parte de una de las familias más envidiadas de Australia, los Miller. Un día ella tiene que irse, porque fue aceptada en la universidad de Nueva York, su más grande sueño desde niña. Todo va genial, hasta que conoce a ciertos hermanos q...