Zoro condujo hasta su casa, iba tarareando la canción que sonaba en la radio, "The Man" De The Killers, uno de sus grupos favoritos y una de sus canciones favoritas, iba demasiado feliz, medio ebrio pero no lo suficiente como para no conducir, con su lindísimo novio a lado y directo a su casa, era demasiado bueno como para no cantar el coro:
-Who's the man? Who's the man? I'm the man, I'm the man, Who's the man with the plan?, I'm the man!! Vamos Sanji, canta, se que conoces la letra.
-Jaja no Zoro, d-disfruto más escuchándote. - Dijo el rubio recargándose en la ventana.
Las palabras de Robin lo habían hecho sentir extraño, es decir, lo estaban poniendo a pensar mucho: Zoro le había mentido, pero eso había sido antes de ser pareja... Quizás no había tanta confianza, era claro que ahora ya había, tan solo se metía a su casa sin permiso... Pero ¿entonces por qué no lo habrá desmentido? y además, si Ace y Law no querían tampoco que supiera, ¿ellos igual participaban? Le daba un poco de miedo a decir verdad, los tigres eran animales violentos, y dijeron que Zoro peleaba sólo con sus manos... Violento y sin necesidad de armas, realmente era algo aterrador.
Por otro lado, también pensaba en eso de sentirse protegido, pero... Si un día Zoro se enojara con él ¿lo golpearia? ¿Zoro era ese tipo de tigre? ¿O era el tipo de tigre pervertido que lo haría gritar en las noches? Se sonrojó por su último pensamiento.
-¿De qué vas a querer tu helado, cejitas? - Preguntó dulcemente Zoro antes de ir a pedir el helado e interrumpiendo los pensamientos del rubio.
-Pues... No se, ¿Chocolate?
-Bien, te traeré medio litro de chocolate, y para mi sake. - Sonrió y fue corriendo dejando a Sanji un minuto solo para pensar más.
Zoro era... ¿Malo? Estaba bien tener... ¿Miedo?
Sanji no noto cuando Zoro entró al auto de nuevo y arrancó, solo supo que estaba ahí porque sintió a Zoro tomar su mano, el espadachín estaba demasiado feliz pero Sanji no parecía estar al 100.-Estas raro, ¿Qué tienes? - Preguntó Zoro al estacionarse en el, valga la redundancia, estacionamiento de su casa.
-¿Eh? No, para nada Zoro, estoy totalmente bien. - Mintió mientras mordía su labio, ese hombre que tenía a lado ¿Podía ser un despiadado Tigre?
-Si tu lo dices... - Zoro bajo del auto y le fue a ayudar a Sanji quien le dio una sonrisa incomoda de agradecimiento, Zoro conocía perfecto su sonrisa sincera y esa no había sido una de esas, algo andaba mal. - Ya dime que tienes. - Dijo mientras cerraba la puerta de la casa.
-No, en serio no es nada Zoro.
-Mmh... No me gusta que estes así.- El espadachín se cruzó de brazos y se acercó para tomar la mano de Sanji. - Me da ansiedad, ¿Qué tienes? ¿Bebi demasiado? ¿Hice algo mal? ¿Ellos te hicieron algo?
-No, no Zoro, solo... Vamos arriba a comer el helado y a dormir... - Sanji se tomó del barandal para empezar a subir las escaleras.
-... ¿Es por lo del tigre?
Sanji se freno en el segundo escalón, un escalofrío recorrió toda su espalda, ese sentimiento de miedo y tristeza lo estaban llenando por completo, quería que Zoro le dijera la verdad, pero tenía miedo de escucharla.
-Ya veo... ¿Ya te dijeron algo?
-N-no...- Mintió fallidamente.
-Ajá...
Zoro llegó y como un toro lo derribó haciendo que se tambaleara hacia atrás para que se cayera, Sanji apretó la mandíbula, iba a doler el golpe, aunque fuera solo de dos escalones, pero antes de tocar el suelo, dos poderosos brazos lo levantaron del suelo y se lo llevaron cargando como si fuera una princesa, o un príncipe mejor dicho.
-¿Q-que haces? - Preguntó Sanji sorprendido, esperaba que el tigre lo lastimara, pero no había sido así.
-Te cargo. - Contestó grave como si fuera a hacerle algo a Sanji, lo que le dio miedo al rubio, quería a Zoro pero ya no sabía realmente quién era.
Sanji fue lanzado con delicadeza a la cama del peliverde, rebotó una vez por su peso que era realmente poco, apretó los ojos y luego parpadeo varias veces, no tenía idea de qué pasaba, odiaba esos momentos en los que no veía pero realmente necesitaba hacerlo.
Zoro se recostó a su lado y solo lo observaba, sabía que Sanji no lo veía pero sentía su precencia, acarició uno de sus mechones de cabello con su pulgar mientras sonreía.
-¿Qué tanto te dijeron? Para que te diga que tanto es cierto.
-No se de que hablas. - Dijo Sanji que estaba paralizado, recto como una tabla sobre la cama.
-Ay ajá... - Zoro resbaló su mano del cabello de Sanji hasta su pecho, luego puso su cabeza sobre el para escuchar su corazón. - Solo dimelo, prometo decirte la verdad esta vez.
-¿Cómo se que hablas en serio y no mientes de nuevo? - Preguntó Sanji con algo de miedo, si Zoro era del tipo que solo se enojaba y golpeaba eso hubiera sido provocacion suficiente para salir sin dientes.
-Mmmh, ¿Y si pones tu mano en mi pecho para sentir que mi corazón no se acelere? Si lo hace estaré mintiendo, es algo que dicen los científicos. - Sanji levantó las cejas, no esperaba esa respuesta de su novio. - Vamos, prometo decirtelo todo.
-Bien, me hablaron de las peleas... Y de tu fiereza al pelear... Que no usas nada para golpear gente, lo haces a puño limpio, me contaron que eras despiadado como un tigre....
-¿Y que piensas de eso? - Preguntó Zoro observando las expresiones del rostro de Sanji.
-Honestamente... Me da miedo.
-Eso pensé. - Zoro suspiró. - Por eso te mentí la primera vez, temía que te asustaras... Sanji, es cierto todo eso, peleo sin piedad si es importante pero no soy un monstruo, peleo cuando debo hacerlo, no es como si fuera un tigre buscapelitos, soy un tigre porque no hay nadie mejor que yo, soy un Tigre porque soy el rey de la jungla.
-Entonces... ¿Si estas metido en peleas clandestinas o esas de jaula?
-Ya no, antes si, pero se me quedó el apodo por alguna que otra vez que golpeo a sujetos molestos en la calle.
-... Y... ¿Me golpearias si te llegara a molestar?
Zoro abrió grandes los ojos, ahora era él el asustado, ¿Sanji creía que era un demonio? Tomó con ambas manos el rostro de Sanji y acarició sus mejillas con ambos pulgares de forma ascendente al mismo tiempo.
-No, no, por supuesto que no, ¿Cómo puedes siquiera pensarlo? Mi amor, no, yo jamás te lastimaria, preferiría que tu me dieras miles de esas patadas a ponerte tan solo un dedo encima.
-¿Me viste pateando a X-Drake? - Preguntó Sanji sonriendo un poco.
-Por supuesto, eres realmente fuerte, yo pelee contra el y tarde en derribarlo, tu con dos patadas lo dejaste en el suelo, eres jodidamente fuerte, aun así, preferiría que me dieras miles de esas dolorosas torturas a siquiera pensar en golpearte.
Sanji sonrió, ese temible Tigre era su Zoro, no había nada que temer, eran puras tonterias eso de que era una bestia indomable, esa bestia era la más tierna y romántica cuando estaban solos, esa bestia no le daba ni una pizca de miedo.
Comieron un poco de helado y vieron televisión hasta que ambos cayeron dormidos, abrazados para soportar el frío de esa noche, abrazados para no tener miedo.
Y fin... Este quedó bien, medida perfecta, bueno, a mi parecer, me gustan de así como 1000-1400 palabras y este salio perfecto, bueno, espero les haya gustado, en el siguiente capítulo veremos varias cosas interesantes 7u7 quieren ver a un sanji sonrojado? Tendrán a un sanji sonrojado! Como de que no ?!, bueno xD ya es todo, los dejo mejores amiguis, HASTA LUEEEEEEEGOOOOOOO
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I don't see you... but I love you!!
Fiksi PenggemarNo te veo... Pero te amo! Sanji perdió la vista por un accidente en el laboratorio, los doctores le dijeron que sería poco probable que se recuperara, pasaba triste sus días en el parque solo escuchando a los niños jugar, cuando un extraño se le ace...