Capítulo 22.

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Al día siguiente desperté y Liam no estaba a mi lado. Me levanté de la cama y me puse la bata. Baje las escaleras y vi a Liam sentado en el la silla de la cocina, con el ceño fruncido y con una taza de café entre sus manos.
-Hola.-Le sonreí.- ¿Pasa algo?
Me senté a su lado y le cogí la mano.
Hubo un largo silencio y la curiosidad me carcomia por dentro.
-¿Liam? 
No sabía si me ignoraba o que, pero después de un largo minuto empezó hablar.
-Yo soy entrenador de fútbol, bueno, lo era antes de buscarte y he recibido una llamada. -Suspiro y siguió hablando.- Me quieren para entrenar en Irlanda.
-Bueno, eso es genial, ¿no?
-Son ocho meses y no creo que puedas venir. Es una oportunidad muy importante para mi.
Guaauu, eso me impacto mucho, ¿ocho meses sin él? ¿Que voy hacer yo? Me lo intenté tomar con mucha calma y simplemente le dije que vale y que espero que le vaya bien. Le sonreí y volví a subir a la habitación.
-¿Y ya está?- Liam había subido detrás de mi.
-Ya está.
-¿Así de fácil? Estas tan calmada... No sé Alex, pero a veces pienso que no te importo.
Me gire le puse contra la pared.
-No vuelvas a decir eso, nunca.-Susurre con los dientes apretados. -No pienses que me importas una mierda, que no te quiero o algo por el estilo. ¿A caso no te he demostrado ya lo mucho que te amo? Me ocultas cosas, cosas que tienen que ver conmigo y yo sigo aquí, porque te amo y eres lo más importante para mi en este puto mundo, cualquier otra te hubiera dejado, pero yo no, porque realmente te quiero.  No sabes lo difícil que será para mi no tenerte cerca, no poder probar tus labios cada vez que me da la gana, no sentir tu respiración a centímetros de mi. No sabes nada, así que no digas que no me importas porque me importas más de lo que piensas.- Le mire a los ojos y me aleje un poco.
-Yo.. Lo siento, es que... Veía que te lo tomabas tan bien que..
-Si me lo intento tomar bien es porque intento que no me afecte aunque por dentro me esté muriendo.
Me beso y estuvimos un tiempo así.
-¿Cuándo te vas?
-En dos semanas.
-Ah.- No pude articular más, porque no sabía que decir. No puedo hacerme a la idea de que se vaya. Y no lo vea en ocho meses después de haber estado tan unidos, y de todo lo que nos ha pasado.
-Promete una cosa.-Susurre.
Estábamos tumbados en el sofá viendo una película que al menos yo, no le estaba dando importancia. Yo estaba apoyada en su pecho y escuchaba su respiración.
-¿Qué cosa?
-Prometeme que me llamaras todos los días, y que no te gustará otra chica.
-Alex, estoy completamente enamorado de ti, no me gustará nadie más.
Sonreí, levante la cabeza y le bese.
Llamaron a la puerta y fui yo abrir.
Era Niall.
-Hola pequeña.
-¿Qué haces aquí?
-Tengo que hablar con Liam.
-Pasa.
-Oye, ¿por qué eres tan borde conmigo?
-Porque eres muy arrogante.
Liaaaaaaaaam.-Le llamé.
-¿Qué pasa? Ah hola Niall, ven.
Se pusieron en el sofá y yo me puse en el sillón que estaba al lado de éste.
Hablaron de la partida de Liam y no sé que de que Niall se iba con él.
-Un momento, ¿Niall se puede ir contigo y yo no?
-Es que es mi ayudante, el segundo entrenador.
-Ah, guay. 
Me levanté de allí y me fui a la cocina hacerme un colacao.
Escuche la puerta y deduci que Niall ya se había marchado.
Liam apareció por la puerta de la cocina y me abrazó.
-¿Vamos a la cama?
Mire el reloj que marcaban las doce de la noche y asenti. Quiero dormir y olvidarme de este día sólo por unas horas

No sé, pero te amo.-Novela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora