"Ummmm"
Me sentía pesado y casi no me podía mover.
"¿Está despierto, amo?"
Escuché la voz de Sofisas.
"Así...es" respondí.
Sentía la garganta seca y se me dificultaba hablar.
Poco a poco la luz vino a mis ojos permitiéndome ver. Me encontraba acostado en una cama que no conocía y, obviamente, en un cuarto en el cual nunca había estado antes.
Sofisas se quitó de encima de mí mientras me miraba.
"El amo estaba sonriendo satisfecho mientras dormía. Me pregunto de que se trataba ese sueño"
"Nada en específico, solo me sentía a gusto"
"Vaya"
Sofisas me sonrío y se levantó de la cama.
Empecé a sentirme un poco solo al momento de que ella se levantó.
Mientras pensaba en eso Sofisas me abrazó.
"¿Hmm?"
"No se preocupe, solo sentí la necesidad de abrazarlo"
Me abrazó un poco más fuerte y me soltó.
Se sintió agradable.
En ese momento, la puerta de la habitación se abrió y Safiras junto a Scarlett entraron.
"El amo está despierto" dijo Safiras.
"Te lo dije" dijo Scarlett mientras miraba fijamente a Safiras.
Al parecer ya se habían hecho amigas.
Scarlett se me acercó con mi uniforme en sus manos y lo puso al lado mío.
"Bien, salgamos el amo se va a cambiar" dijo Scarlett sacando a rastras a las hermanas de la habitación.
"Me quedé solo" dije.
En ese momento una voz resonó en mi cabeza.
Presencias Detectadas.
De repente sentí que varias personas se encontraban ahí mismo conmigo.
"Perdón por alarmarlo señor"
Alguien habló.
Frente a mí aparecieron varias personas vestidas de negro.
Por reflejo retrocedí unos pasos.
Frente a mí se encontraban unas 6 personas vestidas completamente de negro y con una máscara blanca con dos rayas negras que iban verticalmente, en la zona donde estarían los ojos.
"Nos presentamos ante nuestro Salvador" dijeron ellos.
Por su respuesta supe de inmediato que no eran enemigos.
Tragué saliva.
"Ustedes, ¿Quiénes son?"
"Somos Shadow. Una organización destinada solo para usted por órdenes del Fundador, aquél al que usted llama general Ross" respondió uno de ellos.
En ese momento se me vino a mente un recuerdo sobre el día que lo ayudé a él y a su familia a escapar de la policía militar.
'Julián. Algún...algún día le devolveré este favor'
Y yo le respondí.
'Esto no es nada comparado a lo que usted y su familia ha hecho por mí'
En la mañana de ese mismo día, el general Ross fue señalado como un traidor y se había enviado un regimiento de la policía militar para enjuiciarlo. Pero él era inocente, él nunca había traicionado al país, en cambio, todo fue obra del 'Tribunal' que buscaba quitarlo de su camino. Al final tuve que dar información falsa sobre el paradero del general Ross y después de unos días fui interrogado para que unas horas después fuera soltado gracias a los altos mandos.
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El surgimiento de un guardián
FantastikLuego de entrar en un estado de sueño debido a una máquina de criogenización, Julian Esteban Hernandez Piñeros despierta en un mundo que ya no es el que él conoce. Las armas de fuego no existen, la tecnología que conocía son solo los vestigios de lo...