Un Cuento de Navidad

Capítulo Único

Desde ya un par de años, la navidad pasó de convertirse en su festividad favorita a odiar todo lo que tenga que ver con ella. Y es que para muchos sonará infantil, pero que su exprometido la haya cortado ese mismo día para después celebrarla con otra mujer fue la gota que derramó el vaso.

Ella se prometió que no volvería a estar con un hombre otra vez y aunque intenta con todas las ganas engañarse a sí misma, muy en el fondo sabe que se ha enamorado del gruñón dueño de la tienda de té de enfrente, ese mismo con el que habla regularmente y con el que incluso ya ha salido informalmente en más de una ocasión.

Siendo ahora vísperas de navidad, ella no hace absolutamente nada para que su negocio prospere en la fecha. Llámalo odio, resentimiento, o lo que quieras, Mikasa Ackerman no dependerá de una horrible festividad para vender.

Ese mal genio que esa mujer se carga, normalmente incrementa en las fechas, tanto así que en la mera nochebuena no le permitió a una de sus empleadas llegar a casa, pues Mikasa quería que la pobre Sasha Blouse se quedara toda la noche haciendo el inventario. Era la primera navidad que esa pobre chica pasaba sin su familia.

Pese a ser 24 de diciembre, un día para compartir y estar en familia, esa mágica fecha en la que cenas hasta tarde e intercambias regalos. Para Mikasa Ackerman no fue más que un día cualquiera en el que, a la misma hora de siempre, está lista para dormir.

O eso ella creía.

Se despertó de golpe y vió ni más ni menos que a Eren Jaeger, su exprometido, en su habitación y él sin ninguna discreción se paseaba por el lugar como si fuera su casa.

Ella obviamente preguntó. Vaya que preguntar era lo de menos. Le gritó, le lanzó cosas, lo intentó golpear. Lo corrió de la habitación, no, de la casa, pero el hombre seguía ahí, intentando explicarle que no era nada más ni nada menos que un fantasma.

Era el fantasma del pasado.

Mikasa, sin creer absolutamente nada y sin ninguna energía ya, decidió ignorarlo y volver a dormir. Era una broma de pésimo gusto y él tendría suerte de que no llamó a la policía por un hallanamiento de morada o algo peor.

Pero los planes del fantasma no eran el dejarla ahí. Rápidamente Mikasa ya no estaba en su habitación, ella se encontraba en un parque frente a un hermoso lago congelado, todo repleto de luces navideñas y risas de la gente que iba pasando.

Y, en frente de ella, el detonante de todo. De alguna manera, se encontraba viendo cómo Eren le decía que no estaba seguro de continuar con el compromiso y que era mejor dejar las cosas ahí, para después despedirse incómodamente y marcharse del lugar.

Rápidamente el escenario volvió a cambiar: se encontraba de nuevo en su habitación, pero no era de noche. Volvió a ver a la Mikasa de dos años atrás, al medio día de ese amargo 25 de diciembre donde gracias a 2 cuentas falsas de Instagram logró ver que, horas después de que Eren descaradamente la haya dejado sola en ese parque, se encontraba en casa de otra mujer festejando navidad, no, recreando la navidad.

Y ahora volvía a ser de noche. Sin entender nada, creyó que todo era una pesadilla que su estúpido subconsciente estaba tentado a recrear, pero la silueta de Eren seguía ahí para después desaparecer frente a ella.

No supo si volvió a dormir o no, estaba más que confundida pero se mantuvo firme a la idea de que fue un mal sueño. Eso hasta que volvió a ver en su habitación otra silueta, esta vez de una mujer.

Pese a ser bastante alegre y ruidosa, Sasha se encontraba totalmente callada observándola. Sin tanto escándalo como lo fue ver repentinamente a Eren, Mikasa ahora estaba en su tienda.

Era justa la media noche, el 25 de diciembre, en el que pudo ver a una ojerosa y cansada Sasha con un lapicero en una mano y su celular en la otra. Era una videollamada con su familia. Resulta que dos parientes lejanos vinieron a pasar las fiestas con ellos y si bien la pobre Sasha no podía estar con ellos en ese instante, le hacía sentir un poco menos desdichada el hablar con ellos.

Si lo pensaba un poco, Sasha había mencionado algo de que unos familiares irían por navidad y por increíble que pareciera, eso solo la hizo enojar más.

Todo eso se esfumó. Mikasa estaba confundida. ¿Por qué Sasha estaría en su tienda y en su habitación al mismo tiempo? Sin alcanzar a preguntar, solo terminó escuchando un susurro de la silueta de esa Sasha antes de desvanecerse.

Soy el fantasma del presente.

Mikasa finalmente no pudo conciliar el sueño después, solo se levantó de la cama al sentir un inmenso frío en el cuarto. Yendo a cerrar la ventana, se topó con otra de esas raras personas que se aparecían en su habitación, pero esta vez no supo de quién se trataba.

Pero, como ya se estaba haciendo costumbre, el escenario fue cambiando. Al inicio vio su tienda cerrada, al parecer otra que recién abrió le hizo una gran competencia que, para no perder más, terminó cerrando.

Justo después vio como Levi Ackerman, el dueño de la tienda de té salía con la dueña de ese nuevo negocio, aparentemente felices, lo cual sorprendiéndola incluso a ella, molestó un poco a Mikasa.

Ya al final se vio muerta, dentro de una de esas horribles cajas, habiendo poca gente con ella, escuchando perfectamente cómo murió sola, irónicamente, en un día de navidad.

Era el fantasma del futuro.

Mikasa entendió todo de golpe. No podía ser tan cruel con la gente solo porque lo fueron con ella y no debía influenciarse de una fecha para serlo.

Despertó muy temprano la mañana del 25. Se arregló rápidamente y salió de su casa. Llamó a Sasha y se disculpó por haberla hecho quedar hasta tarde, también, le dijo que tenía unas merecidas vacaciones y un aumento de salario.

En realidad Sasha era lo que menos le importaba.

Intentando tener suerte se dirigió a la tienda de té que, sorpresivamente estaba abierta pero sin ningún cliente.

Lo vio ahí y él la vió a ella. No dándose oportunidad de dudar, antes de que Levi cuestionara el más mínimo detalle, lo besó, y él le respondió el beso.

Mikasa le preguntó si saldría formalmente con ella y, obteniendo cualquier repuesta, jamás se arrepentiría de ese día.

Hola c;
Espero que se hayan pasado una feliz navidad :333

He aquí con un pequeño one-shot rivamika basado en "Un cuento de navidad", de Charles Dickens.

Quería irme un poco fuera de lo común e intentar adaptar algo, donde también me pareció divertido intentarlo sin recurrir a ningún diálogo, creo que combinaba con la temática. En fin, el resultado me gustó y me sentí bastante contenta de que después de mucho tiempo por fin pude plasmar una idea que tenía en mi cabeza, algo tarde pero seguro.

Espero que les haya gustado <3