꧁Cap. 17꧂

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Momo veía a través de la ventana el rápido pasar de los arboles a su alrededor mientras su mente divagaba en la conversación que había tenido con sus amigos ayer y la llamada de su padre esta mañana.

Escuchaba algo de música sinfónica mientras su mente se había perdido en el mar de pensamientos que era su mente, comenzando principalmente con la conversación que había compartido con sus amigos sobre ser o no ser novia de Shoto.

Sabía que para el bicolor era algo trivial o simplemente, no sabía el significado de aquello, pero, para ella, simplemente, era otra cosa.
Ella siempre soñó con ser novia de un hombre que realmente la apreciaba y la amaba, pero, con el pasar del tiempo había perdido aquellas esperanzas de niña hasta haber conocido a Shoto. Él era su todo y la incertidumbre de no ser lo suficientemente buena para él para poder ser su novia la mataba lentamente. Sabía que Shoto no pensaba así de ella, sabía que él la amaba más que otra cosa en su frío reino de hielo y fuego, se lo había demostrado un sin fin de veces, pero, el pensar que él ni siquiera le importaba formalizar algo con ella, le dolía y la angustiaba, ya que en esta sociedad una relación abierta no era muy bien vista y menos por una familia de alta sociedad como la de ella.

Si un reportero se enterara que la hija de uno de los más importantes empresarios de Japón tenía una relación informal con un completo extraño, sería el escándalo del país y no podía ni pensar como reaccionaría su padre al darse cuenta de lo que había estado haciendo en su ausencia. Seguramente la regresaría a casa y la encerraría en su cuarto el resto de su vida sin tener ni un solo contacto con el mundo. Jamás podría volver a ver a Shoto o a sus amigos y le preocupaba pensar en las consecuencias de sus actos que tarde o templano su padre terminara por descubrir. Más temprano que tarde. Y eso lo decía por la llamada que había recibido esta mañana.

Su padre se había enterado desgraciadamente por ella que se dirigía junto con algunos amigos a Tokio para pasar unas pequeñas vacaciones en el glamour y el bullicio de la capital y estando su padre muy entusiasmado con la idea, ofreció que todos se quedaran en la mansión Yaoyorozu para que ninguna gastara en cosas innecesarios -como comida, hospedaje y transporte- y pudieran ocupar ese dinero extra en disfrutar al máximo su estadía en Tokio.

Ella no tenia el valor de objetar a su padre así que acepto, siendo así, la sorpresa que les daría a sus amigo que seguramente les traería dicha y felicidad.

Por un lado era una buena y noble idea por parte de su padre ofrecerle algunas habitaciones en la mansión Yaoyorozu para pasar las vacaciones improvisadas que ellos habían organizado pero, por otro lado, no estaba segura que pasaría cuando conociera a Shoto.

Tendría muchas cosas en que preocuparse a su llegada a Tokio y no quería llenar su cabeza de dudas aún.

Ella se volteó levemente a Shoto, y se extrañó en encontrarlo hablando con Jirou mientras señalaba en un folleto de publicidad turistica de Tokio ciertos lugares que ella no alcanzaba a distinguir. No sabía de que exactamente estaban hablando ya que tenía puesto sus auriculares, pero, al ver la expresión pensativa de Shoto cuando Jirou se ponía a hablar de algo en especifico mientras miraba el folleto con su mirada heterocromarica, la hacían sentir curiosidad de su tema de conversación, pero, resistiéndose a involucrarse en algo que no era de su incumbencia, regreso su vista a la ventana mientras soltaba un suspiro pesado y pensaba:

"Va ha ser unas largas vacaciones"

(...)

Por fin, después de largos días de viaje, Tokio se encontraba frente a sus ojos y el glamour y la hostentosidad de la ciudad capital del país del sol naciente no pasaba desapercibido en las calles por donde Kirishima manejaba.

"轟" (Shoto) La Bestia de Hielo y Fuego (Todomomo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora