El Arma Perdida

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(Recomendable leer mientras escuchan la rola de arriba)

Al observarlo, la mayoría solo ve a un hombre demente con un amplio surtido de armas peligrosas; no obstante, pocos lo recuerdan como el chico relativamente inocente de Tokyo, un joven que poseía ases de inventor con grandes ideas que nunca encajaron del todo. Nadie sabe con certeza qué sucedió para que ese chico se transformara en un hombre desenfrenado e impredecible, infame por sus actos de destrucción sin sentido. Pero una vez que Fuutarou explotó en la escena de Tokyo, su talento único para sembrar la anarquía lo convirtió en leyenda.

Fuutarou llamó la atención primero a través de sus ''bromas'' anónimas contra los ciudadanos de Tokyo y sus alrededores, en especial contra los vinculados a la gran mafia de Tokyo.

Pero su travesía no para allí, en varios eventos importantes de la ciudad e incluso festivales sembró el caos y la incertidumbre con un objetivo que hasta ahora sigue siendo desconocido por las autoridades. Con el tiempo cada atrocidad se llevaba más gente y varios ejecutivos como personas importantes perdían la vida.

Fuutarou permanece prófugo hasta el día de hoy y es una constante molestia para toda Japón. Sus acciones han inspirado crímenes que tratan de imitar su estilo entre los delincuentes, así como numerosas representaciones satíricas que parodian la incompetencia de las autoridades.

Pero no estaba solo, en su cuidado y compañía se encontraba una pequeña de tan solo doce años llamada Aki que también es conocida como "La bala perdida"

El como se conocieron estos dos es un misterio, y más el hecho de que una niña sea cómplice de una mente criminal, ya que Fuutarou no era solo músculo. También tenía una inteligencia absurda a su conveniencia.

Disparos y gritos de agonía se escuchaban por uno de los templos de Kioto, en el que La Arma y La Bala estaban matando a cualquier hombre con traje que pasaba por el lugar. Era una masacre.

Fuutarou — ¿Adónde vas? — Sujeto a un tipo del cuello mientras sonreía — Aún no paramos de divertirnos —

??? — ¡E-Esta demente! — Intento zafarse pero en respuesta recibió un golpe en toda la mandíbula — ¡P-Por favor perdóneme! —

Fuutarou — "Perdón" Es algo que suele sonar en mi cabeza una y otra vez... — Sin previo aviso le disparó en el estómago dos veces — ¡¿Sabes lo molesto que es?! ¡¿LO ENTIENDES?! —

??? — Puaj...— Escupió algo de sangre — E-Enfermo de mierda...—

Fuutarou — Si que lo soy... — Sonrió tetricamente — Aki... Vete al auto, yo terminaré esto —

Aki — Si papá...—

La pequeña se retiró mientras Fuutarou se quedó viendo al tipo que poco a poco se desangraba.

??? — Esa niña no debería..."coff coff"  Estar con un maniático como tú...—

Fuutarou — ¿Te gustan los fuegos artificiales? — El hombre con su poca fuerza Asintió — Que bien, porque ahora vas a volar en pedazos —

Enseguida Fuutarou le metió lo que parecía ser una bomba casera a la boca, pero antes le amputó ambas manos para que no se la sacará.

??? — ¡Mmm! ¡Fksjakrjn! —

Fuutarou — Disfruta de los fuegos.... — Empezó a reírse mientras disparaba al cielo — ¡Jajaja! ¡Fuegos artificiales con varias tripas y sangre! —

El arma perdida, un maniático e impulsivo criminal de Japón, vive para sembrar el caos sin pararse a pensar en las consecuencias, Con un arsenal de juguetes letales a su disposición, desata las explosiones más brillantes y los estallidos más ruidosos para dejar un rastro de caos y pánico a su paso. El detesta el aburrimiento y con una gran alegría deja su marca de pandemonio a donde quiera que vaya.

One Shots [Go-Toubun No Hanayome]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora