Capítulo ocho.

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Ojos negros que lo miraban como si le debiera algo.

Por un momento se sintió atemorizado.

Joey, podía considerarlo como su mejor amigo o compañero de grupo, ya que ambos estaban como asesinos en "La Legión" y casi siempre estaban juntos.

Hasta que Frank se interesó mucho más en Danny y aquello lo llevó a apartarse del grupo.

—¿Me dejarás pasar o planeas quedarte ahí como estatua? —Dijo Joey mientras avanzaba con la intención de entrar a la residencia, pero Frank puso su cuerpo en medio, evitando tal acción.

A un costado, Danny miraba todo lo que estaba pasando, sin siquiera moverse, tampoco pretendía hacerlo ya que los dos no tenían nada que esconder.

¿O sí?

—Joey, no es momento, de verdad —Corroboró con un tono de voz serio, algo que habitualmente no utilizaba a menos que sea en casos realmente importantes— ¿A qué vienes? ¿Necesitabas algo?

Al haber hecho esas preguntas con una expresión que delataba su desesperación, se había expuesto por si solo.

—¿Por qué te fuiste de la cabaña? ¿Y exactamente por qué a esta? Frank, las chicas te necesitan y más Julie, ha estado como loca desde que te fuiste ese día —Argumentó— Y... También, ¿Por qué no me dejas pasar? ¿Hay algo qué ocultas ahí? —Trató de mirar por encima del hombro de Frank pero no vió nada extraño.

Por un segundo, Frank miró a Danny y este, le hizo señas de qué estaba sucediendo, pero Morrison ignoró todas estas acciones para concentrarse en Joey y así, evitaba levantar sospechas.

—Necesitaba pensar, el hecho de que el Ente nos estuvo explotando de sobremanera me ha tenido muy estresado y más por mi... —Dudó en hablar pero finalmente lo hizo, poniendo en juego su reputación como asesino estrella— Mala racha en cuanto a la caza de supervivientes...  —Mintió— Y... En cuanto a lo que dijiste de por qué no te dejo pasar, pues, simplemente no quiero que pases —Se recostó en el marco de la puerta mientras cruzaba los brazos— Tengo mi privacidad y tú la tuya.

—La casa es de todos, Frank —Buen punto, acababan de destruir su argumento con solo unas simples palabras.

—Eh... —En su cabeza ya no habían más excusas, por lo cual, cualquier cosa que dijera, sería contrarrestada con otro argumento de parte de Joey— Yo... —Comenzó a rascarse la nuca, algo nervioso y tenso, hasta que se le ocurrió un plan— Escucha, no se lo digas a nadie pero... Ven, acercate —Movió sus dedos en dirección a él, en señal de que Joey se acercase y el susodicho obedeció— Tengo a Amanda Young aquí, está desnuda, ¿Entiendes? —Susurró— No puedo permitir que pases y que la veas.

Danny abrió los ojos perplejo y impresionado, hasta incluso, quiso salir del escondite, que por supuesto, se encontraba a un lado de un sofá que tenía a su alcance, con el único objetivo de golpear a Frank por esa idea tan estúpida.

—¿Amanda? ¿Me estás hablando de la cerda? —Frank asintió con la cabeza— Oh, mierda, Frank... Tú, tienes suerte con ella, es una mujer tan hermosa, obviamente cuando se quita la máscara de puerco, ugh, ni siquiera quiero recordarlo —Dijo entre exagerados escalofríos— ¿Tiene buenas tetas? Espera, si está ahí contigo, significa que...

—Sí, es así, Joey —Trató de sonar seguro pero cuando terminó de hablar, una pequeña risa se escapó de sus labios, la cual trató de disimular con un ataque de tos.

—Sabía que era mentira.

—Mierda —Se quejó Danny entre susurros.

—No, espera a que... La llamo —Prometió, mientras levantaba la mano izquierda— Espera afuera, ¿Sí?

Licor → Frank Morrison x Danny Johnson ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora