Prólogo

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La dama de anaranjados cabellos descansaba en un agua termal después de su habitual entrenamiento, pero algo en su interior se sentía más caliente que de costumbre.

Sin saber porque la mujer empezó a acariciar su vagina, se había centrado tanto en hacerse fuerte que había olvidado los placeres carnales.

Mereoleona: ahhh esto se siente tan bien.

La mujer de anaranjados cabellos metió sus dedos dentro de su vagina y empezó a masturbarse con intensidad.

Por más que trataba no lograba silenciar sus gemidos ni detener su creciente lujuria, mientras ella se masturbaba una figura femenina apareció de las sombras.

???: ¿Se siente genial no es así?

La figura que emergió de las sombras era inconfundible... Ni más ni menos que un demonio.

 Ni más ni menos que un demonio

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Mereoleona: ¡Maldita que me... Ahhhhhhhhh.

Mereoleona experento el primer y más grande orgasmo de su vida, a había corrido tan fuerte que sus piernas habían perdido fuerza.

???: Oh lindura, olvidé decírtelo si te pones violenta te correrás como si fueras violada por un caballo.

Mereoleona se volvió a levantar tratando de acercarse a la demonio pero se volvió a correr con gran fuerza tanta que ya no podía moverse.

La demonio se acercó a pasó lento hacia Mereoleona, cuando estuvo frente a ella se arrodilló y tomando su barbilla empezó a besarla con lujuria.

Mereoleona trataba de apartarse como podía del beso, pero su cuerpo había quedado sin fuerzas y finalmente cedió al beso.

Algo en su interior se calentaba y le hacía sentir un inmenso placer, algo que no había experimentado nunca.

Cuando la demonio interrumpió su beso un hilo de saliva unía amas bocas.

???: Oh cierto mis modales... Soy asmodeus demonio de la lujuria y reina del segundo círculo del infierno.

???: Y tú eres mi nueva portadora.

Tras decir eso la demonio volvió a besar a Mereoleona pero está vez llegó aún más lejos empujando a Mereoleona contra el piso.

Asmodeus: eres tan sexy y fuerte...

Asmodeus empezó a acariciar los pezones de Mereoleona haciéndola sentir aún más caliente.

Mereoleona: que-quieres?

La mujer ya no podía mantenerse concentrada el placer que la demonio le hacía experimentar era demasiado.

Asmodeus: mi dulce y sensual leona... Lo único que quiero es saciar tu lujuria.

Asmodeus bajo su cabeza hasta la altura de los senos de Mereoleona y empezó a chupar uno de sus pezones.

Mereoleona: d-dete-detente

Asmodeus no hizo caso a la petición/orden de Mereoleona y siguió lamiendo su pezón incluso llegó a morderlo un par de veces.

Mereoleona: q-qu-que t-te... De-ten-ngas

Asmodeus: oh mi sensual leona... Pides que me detenga pero no tu vagina no para de chorrear.

Asmodeus: vamos cede ante la lujuria... Los placeres carnales... Vuélvete mi portadora y juntas llevemos la lujuria a los cuatro reinos.

Mereoleona se sentía extraña, sin embargo todo su cuerpo le decía que aceptara, su mente y raciocinio habían sido sepultados en la lujuria.

Mereoleona: a-acep-to

En ese momento Asmodeus acercó sus enormes senos a la boca de Mereoleona.

Asmodeus: vamos preciosa deléitate con ellos.

Asmodeus soltó un gran gemido al sentir como Mereoleona chupaba uno de sus pezones, Asmodeus hundió la cara de Mereoleona en su pecho, pues eran la parte más sencible de su cuerpo.

Asmodeus: Mereo-chan toma toda mi leche.

Los senos de Asmodeus empezaron a lactar en gran cantidad y Mereoleona de manera obediente bebía toda la leche que salía de los pezones de Asmodeus.

Estuvieron teniendo sexo lésbico por horas hasta que finalmente Mereoleona se desmayó en un violento orgasmo.

Al momento de despertar Mereoleona pensó que todo había sido un sueño, pero de inmediato notó que sus senos se habían vuelto muy grandes además de haber un pene de más de 17 pulgadas sobre su vagina.

Asmodeus: Mereo-chan, debemos ir al reino de la pica mi grimorio tiene muy pocos hechizos pero son muy útiles.

Mereoleona: claro Asmodeus.

Mereoleona se puso su ropa la cuál le apretaba demasiado pues no solo sus senos se habían vuelto más grandes, si no que su trasero también se había vuelto más grande y la erección de su enorme pene no se bajaba.

Asmodeus: parece que tendremos que visitar a una chica en el camino, ¿No lo crees Mereo-chan?

Mereoleona: se a quien visitar.

Mereoleona se puso su ropa la cuál no le quedaba muy bien y empezó a moverse hacia un lugar en específico.

La capitana Dorothy Unsworth de los pavos reales coral estaba dormida plácidamente en su cama cuando sintió una presencia.

Al momento de abrir los ojos se encontró a ella misma amarrada con cadenas a su propia cama, su ropa de la parte inferior había sido destrozada revelando su vagina y su ano....

La lujuria desencadenada de una leona Donde viven las historias. Descúbrelo ahora