Dolor
Somos lo que hacemos con lo que hicieron de nosotros. -Sartre.
Gianna
Mi vida se ha transformado de nuevo en un sueño, en una película. Donde todo se vuelve irreal con el pasar de los días. Ahora mismo solo quisiera desaparecer, no pensar en nada, no tener que enfrentar esto, porque sé que no estoy lista.
¡Joder!
El temblor en mi pierna es cada vez más constante, más rápido y Alessandro mantiene su mano ahí como una forma de relajarme, pero no lo consigue. El gesto no detiene ese movimiento que ahora parece involuntario.
En mi cabeza solo hay como una especie de eco y escucho todo como si estuviese muy lejos de mí. La mente juega conmigo y recuerda el momento exacto done todo se volvió una pesadilla.
A pesar de que quería quedarme escuchando lo que Enzo le decía a mi esposo, no pude captar nada. Primero, sospecho que aquella habitación está insonorizada. Segundo, recibí una llamada de Alyna y por un momento pensé que se trataba de algún problema con Alessia, pero me quedé petrificada cuando me dijo que mi padre estaba en casa y estaba en compañía de Bianca. Todo se volvió surrealista, todo parecía como un mal sueño o una broma. En ese momento todo regreso a mi mente, no solo lo que pasó con ella, es lo de Greco's House, que ocultó a Adriano y lo ayudó a escapar. El accidente de Alessandro y que también querían matarme a mí. Aunque sé que el accidente de mi esposo también pudo ser culpa mía. Yo liberé a Matteo. Que ella fue la que mato a mi Nonna.
El nudo en mi estómago parece hacerse más grande e intenso cuando el auto entra en la calle que se dirige a mi casa, y ya puedo ver cómo la mansión se alza entre las demás. Estoy punto de vomitar.
Quiero tirarme por la ventada del auto ahora mismo y que la tierra me trague.
—Alessandro... —tomo con fuerza su mano. La ansiedad me come viva.
—Estaré contigo en todo momento, no te voy a dejar —y me reconforta saber que es verdad. Pero cuánto quisiera que esas palabras me brindaran algo de calma, está claro que no lo consigue.
El auto se abre paso por la enorme puerta blindada de metal negro, las luces de la casa ya están encendidas y veo el auto verde botella de mi padre en la entrada. Nos detenemos justo detrás de él.
Alessandro me mira una vez más, acaricia mi rostro antes de besarme y repetirme que no me dejará sola. Lo único que me queda es dar un pequeño asentimiento. Ambos ya bajamos del auto al mismo tiempo. Mis zapatos de tacón ya hacen ruido a medida que camino hasta la entrada principal. La puerta de abre y quien me recibe es Pia con mi hija en los brazos. La niña ya grita de pura felicidad al vernos, pero noto que ha llorado recientemente. Mi esposo es quien se adelanta a tomarla en brazos.
—Señora. Sus padres esperan en su oficina —solo le doy un pequeño asentimiento en su dirección.
Camino lento, pero acelero el paso cuando Alessandro se adelanta hasta nuestra oficina. Al menos él tendrá más valor para hablar, yo solo quiero desparecer para no tener que pasar por esto.
La puerta se abre y a primera vista solo veo a papá quien sonríe al ver a Alessia, saluda a Alessandro rápidamente, pero mi esposo solo pasa de largo hasta el escritorio. Entro dando un respiro profundo.
La veo, aquella mujer que siempre vestía bien, ahora solo lleva un pantalón jean desgastado con una blusa de flores bastante sencilla. Su cabello ahora es corto, un estilo que deja ver claramente su cuello, el color también ha cambiado ahora luce blanco, o gris, mejor dicho.
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Senza Mafia © | ITALIA 2 |
قصص عامةTras un año del accidente, Alessandro Russo regresa como el ave fénix, pero con mucha sed de venganza y con más poder del que ya tenía. Solo quiere hacer caer a todos aquellos involucrados con su caída. No estará solo, a pesar de las circunstancias...