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Día 12: Supresor

—Ngh.. Kats?

—Por fin despiertas, helado de fresa.

—Dónde estoy?

—En mi cama, ahora muévete, quiero acostarme.

—En tu cama? Qué pasó? Me siento mal..

—Sí, en mi cama! Llegaste sin avisar a mi cuarto y te quedaste dormido desde en la mañana, ya son las 11 de la noche! Ahora quítate que quiero dormir ÙnÚ.

—Puedo quedarme contigo?

—Tsk no sería mejor si te vas a tu habitación?

—No quiero estar solo...

La habitación cambió de ambiente mientras Todoroki despertaba..

El aroma a fresas con crema había sido bastante dulce mientras él estaba dormido.

Pero ahora que despertaba, el dulzor se perdía y el olor cada vez más fuerte era un poco agrio, como a crema ácida, pero muy intenso, demasiado fuerte para ser común.

—Oye bastardo, cuando te toca tu siguiente celo?

—Mmm eso importa?

—Hablo en serio Shōto, cuándo te toca tu próximo celo? >:(

—Por qué te importa tanto? Podríamos pasarla bien, no?

Un bicolor medio adormecido con una voz insinuante se estaba estirando un poco en la cama del rubio, esquivando las preguntas que éste le hacía.

—Traes algúnos supresores? Tienes que tomarte uno.

—No!

—Bien, iré a tu cuarto por unos cuantos.

—No, Espera! No te vayas! Quédate conmigo, anda.

—Todoroki tienes fiebre, quédate aquí, no voy a tardar.

—No, no te vayas, ven aquí conmigo...

Bakugō dejó a Todoroki en su cama y salió de la habitación, cerrando la puerta con seguro para que Todoroki no saliera, era peligroso para él mismo.

Fue nuevamente al cuarto del bicolor, y vió nuevamente su "nido", una vez que Todoroki se sienta mejor, lo mejor sería que lo trajera al nido.

La habitación de Todoroki se había quedado con un poco del aroma de éste, más el olor que desprendían las prendas de Bakugō.

Se sentía muy agradable.. pero sentía que el nido no había sido el mejor.

Además, tenía que hacerle unos cuantos arreglos, porque Bakugō no sabía nada de nidos y le pasó por la cabeza que seguramente a Todoroki no le gustaría.

Sacudió la cabeza recordando por qué había ido de nuevo a la habitación del bicolor y buscó en los burós hasta que encontró unas cajas de supresores.

Tomó una de ellas, una toalla, algo de ropa y una piyama y regresó a su habitación.

Abrió la puerta y encontró a Todoroki todavía en su cama hirviendo en calentura.

Lo ayudó a tomarse la pastilla, casi obligándolo a hacerlo como si fuera un niño pequeño.

Luego le puso una toalla húmeda en la frente para que se le bajara la fiebre y lo ayudó a levantarse para ponerse el piyama.

Ahora Todoroki se sentía un poco mejor, la fiebre le estaba bajando al igual que el fuerte aroma a crema agria desaparecía de la recámara, pero Todoroki todavía no quería ir a su habitación.

—Puedo quedarme aquí, Kats?

—Deberías ir a tu habitación, qué tal que alguien va a buscarte?

—Cerraste la puerta no?

—Claro que cerré la puerta!

—Bien, entonces si alguien va a buscarme creerán que salí a visitar a mi madre. En ese caso.. puedo quedarme?

—Tsk estás seguro?—el bicolor asintió—Bien.. pero muévete que quiero dormir! >:(

Luego de que Todoroki se moviera, Bakugō se acomodó en la cama dándole la espalda al bicolor, tratando de no invadir mucho espacio para que Todoroki puediera descansar.

Todoroki por su parte estaba muy agradecido de que Bakugō cuidara de él, así que él también se acomodó, abrazando a su alfa por la cintura, creyó que Bakugō lo quitaría pero lo que pasó fue que el rubio dejó escapar un pequeño ronroneo seguramente sin notarlo luego de sentir a Shōto tan cerca.

En parte, esa había sido la razón por la que Bakugō estaba de espaldas a Shōto, ya que no quería que viera su cara roja o lo feliz que estaba de dormir con Todoroki.

Al parecer Bakugō tenía razón, Todoroki había entrado en su celo, y tardaría unos tres o cuatro días en recuperarse.

Dependiendo de cómo amaneciera mañana, Todoroki podría o no tener que faltar a clases.

Era muy peligroso para él entrar a la escuela en ese estado, ya que el celo le ocasionaría algunos problemas con los demás alfas de la escuela si es que se esparcía su aroma muy intenso o si no tuviera cerca sus supresores.

Cualquier alfa podría darse cuenta de su condición y aprovecharse de él, debería tener cuidado y no salir de su habitación.

Eso ya lo resolvería con el profe Aizawa mañana, por ahora disfrutaría de dormir con Shōto.