Parte 16: Pesadilla

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Salieron del cine con destino hacia algún restaurante cercano, ya que el cielo comenzaba a tornarse anaranjado. Cuando al fin encontraron uno, entraron y se dirigieron hacia una mesa lejana, optando siempre por tener privacidad. Se sentaron uno frente al otro y ordenaron la comida, el lugar era tranquilo,  propicio para una conversación amena, por lo que mientras esperaban su orden continuaron hablando, en este caso, Wei ying era el que más hablaba y Lan Zhan era su escucha activa. 

—Esto es como un sueño. —susurró Wei Ying.

—Mnm... —asintió. —Wei Ying... —lo llamó para que prestara atención a lo que iba a decir. El nombrado así lo hizo, se concentró solamente en él, dejando de jugar con su collar.

—¿Mnm? —tomó la mano de Lan Zhan y la dirigió a su propia mejilla, acariciándose con ella.

Pasó un segundo y luego muchos más, los ojos cristalinos de Lan Zhan dictaban que lo que diría sería demasiado importante. Esto se confirmó cuando lo vio cerrar sus ojos e inhalar aire, como preparándose para una sentencia. —Me iré del país.

Wei Ying sabía que no estaba bromeando, por lo que sus ojos se abrieron un poco más de lo normal y sintió su corazón paralizarse unos segundos. Parpadeó muchas veces, incrédulo. Hasta su postura había cambiado, ahora estaba rígidamente en su lugar y si darse cuenta, había soltado la mano de su novio. Wei Ying solo podía pensar en lo que dijo.

—¿Te irás? ¿Por qué? Lan Zhan ¿A dónde? ¿Por cuánto tiempo?

—Tío quiere que estudie en el extranjero, él irá conmigo.

—Él de nuevo... de nuevo quiere separarnos...

—Wei Ying...

—Te está alejando de mí. —susurró con voz lastimera. —¿Puedes negarte?

—Mnm. —asintió, sin embargo bajó la mirada, evitando verlo. —Pero no lo haré.

—¿Tienes deseos de estudiar allá? —preguntó, si eso era cierto, no podía ser egoísta y retenerlo. —Si es así, te apoyaré.

—Quiero quedarme a tu lado. —respondió. —Tío dijo que al terminar mis estudios podría volver y quedarme contigo, él no haría nada al respecto.

Wei Ying bajó la mirada, pensando y comprendiendo el asunto. Si Lan Qiren decía la verdad, Lan Zhan volvería luego de cinco años. Cinco largos años.

Para cuando el mesero llegó con la comida, ninguno de los dos tenía apetito. Comieron en silencio, pero ninguno de los dos llegaron a comer todo, dejando bastante en el plato. Salieron del restaurante poco después y caminaron igualmente en silencio hombro con hombro.

El sol comenzaba a ocultarse.

Sus pies los llevaron hasta un estadio de fútbol, para ese momento muchos de los entrenadores y entrenados ya se estaban retirando del lugar. Wei Ying se sentó en el graderío y Lan Zhan hizo lo mismo. Miró hacía el horizonte, tratando de asimilar cómo sería una vida sin Lan Zhan a su lado.

—Wei Ying. —lo llamó él, queriendo que dejara de tener aquella mirada tan triste. —Puedo quedarme si tú quieres.

Lo miró por un instante antes de sonreír y negar. —Si te quedas, tu tío nunca nos dejará en paz.

—Puedo enfrentarlo.

—¿Y que recibas castigos como la otra vez? No, de ninguna manera. —negó a medida que su entrecejo se fruncía y sus manos se hacían puños de la impotencia. Wei Ying tragó saliva de forma notoria antes de hablar, tenía que decir algo, quería que aquella expresión en el rostro de Lan Zhan no fuera tan dolorosa como en ese instante. —Son cinco años, podemos hablarnos por videollamada cuando estés en descanso, mandarnos mensajes, no será tan difícil.

Amarte hasta el final de mi vida (WangXian) - AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora