Capítulo 5.

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Cada día se me hacía más difícil dejar de pensar en Julián, encima él aparecía en todos lados sin olvidar los costosos y hermoso arreglos florales que me mandaba cada mañana al trabajo ¿por qué tiene que ser tan perfecto? Cada vez se me hacía más complicado no terminar de caer rendida en sus encantos, aunque no lo quiera aceptar, él genera miles de sensaciones en mi traicionero cuerpo y lo odio por eso. Ningún hombre me ha hecho sentir de esta forma tan irracional en mis cortos veinticinco años, estaba derribando esas murallas que tan alto había construido para que nadie llegue a mí y pueda ver mis sentimientos.

Suspiro frustrada terminando de acomodar mi cabello rojizo, estoy vestida con un elegante vestido negro de seda, porque tenía una fiesta donde casi todas las personas más conocidas de Chicago iban a estar presente. Sólo acepte la invitación porque quería colaborar con la causa de la desnutrición en África. Mi cuenta bancaria es grande y pienso que con una buena contribución sirve para ayudar a todos esos niños.

El sonido del timbre de mi departamento me sacó de mis pensamientos, Jayden estaba en mi puerta con vestido con un esmoquin negro listo para acompañarme.

No hay mejor compañía que tu mejor amigo.

— ¿Lista fueguito? — pregunta con una sonrisa encantadora.

Sonrío divertida desde chicos me dice de esa forma. — Si, tonto — tomó su brazo para que salgamos rumbo al lugar donde se lleva a cabo el evento por lo menos él me hacía reír olvidando mis pequeños problemas.

— ¿Qué te sucede? — consulta Jay mientras íbamos en el auto.

Tomo aire. — Muchas cosas — lo miro a los ojos unos segundos. — No quiero contarte — agrego. No quiero traer mis problemas arruinen esta mágica noche.

— Se que no es por algo de trabajo, así que solo avísame el momento que tengo que ir a romperle la cara a ese que te tiene de esa forma — niego divertida ante las palabras de mi amigo.

Al bajar, los periodistas corrieron para sacarme fotos, era la nueva sensación del momento, mi última colección de vestidos de novias se había llevado las mejores críticas, muchas famosas y gente importante buscaba un cita conmigo para que les haga el vestido de sus sueños. A lo que tanto aspire al fin estaba llegando, ese reconocimiento para dejar en claro que sería una gran diseñadora.

El salón se encontraba lleno de personas importantes, para Jayden también era importante para poder conversar con algunos miembros de la alta sociedad, para contarles que era un buen abogado. Él había decidió mudar su estudio jurídico a este país y sobre todo a esta ciudad, lo que debía empezar de cero encontrando potenciales clientes que después lo recomendaría en su entorno.

— Odio a ese tipo — la voz de Jay me hace observar hacia donde tenía su atención.

Radar de hermano celoso, porque no le gustaba para nada la forma en que Izzy junto a Nick estaban mirándose y bailando en el pista, como si nadie existiese, solo ellos dos.

Pongo los ojos en blanco. — Creo que debes acostumbrarte a su presencia, puede que sea tu futuro cuñado y el padre de tus sobrinos — declaro con una gran sonrisa.

Tenía el presentimiento que Isabel y Nicholas estarían juntos para toda la vida.

— Antes muerto — gruñe ofendido y suelto una carcajada, está loco en eso veo como Izzy se nos acerca mirándonos intrigada.

— ¿De qué se ríen? — inquiere curiosa al saludarnos.

— Tu hermano está loco — digo riendo porque tanto Jayden como Nicholas se miraban mal, mi amiga suspira y le susurra algo a su novio que lo hace sonreír de inmediato, el amor de estos es tan grande que salen por todos sus poros.

Enamórame (2° SAI) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora