Julián.
Nunca pensé que las mujeres fueran tan complicadas, bueno nunca me había puesto a tratarlas más allá de que de un encuentro sexual, era sexo y nada más, pero conocer a la que sentís que será la ideal para tu vida es un trabajo demasiado dificultoso. Sobre todo, cuando ella no confía en mi por el largo prontuario de mujeriego que cargaba de mi pasado. Siento muchas veces que Catalina no diferencia esas cosas, soy completamente sincero cuando le digo que me deje ser el hombre que va a restaurar y cuidar su corazón.
Necesito su voto de confianza.
Hasta el más fuerte se cansa de luchar, si no le encuentra sentido a la su lucha. Soy abogado penalista, no quiero sonar arrogante, pero me consideran uno de los mejores del distrito de Illinois, estoy acostumbrado a luchar, defender a mis clientes y mostrarle al mundo como se equivocan, lo que significa que siempre gano todo los juicios a los cuales debo trabajar. Solo que esta vez sentía que conseguir conquistar a la pelirroja se estaba volviendo en un caso de gran renombre y por primera vez sentía que me daría por vencido porque no lograría nada en el proceso.
Catalina me frustra y no quiero ser parte de ese juego del que hoy porque te sientes solas me buscas para abrazarte, porque al otro día cuando su máscara de perra fría volvía, ella se alejaba recordando que no valía la pena que un mujeriego como lo soy rompa su corazón.
¡No quiero romper su corazón!
Solo quería ser ese hombre que la ame y la cuide por el resto de su vida.
¿Tan difícil era darme su voto de confianza?
— Odio estar en cama — se queja Giovanni.
— Eso sucede porque te crees que eres un superhéroe cuando es todo lo contrario — ironizo al mirarlo.
Giovanni tiene cierta obsesión con una bailarina de pool dance, esas que bailan en un caño y con lencería sexy. La cuestión que la otra noche impidió que un hombre pasado de alcohol quiera abusar de Lucero, su bailarina. No pensé que ese borracho quisiera tomar venganza y noches después acompañado de otros amigos lo ataquen mandándolo al hospital.
— Super Gio, no suena nada mal — bromea provocando que ponga los ojos en blanco por sus palabras estúpidas.
— Es seria la cosa, Giovanni. Solo un poco de sensatez te pido — le ruego. Estaba terminando de tipear la demanda que presentaría a esos infelices, porque justo la cámara de seguridad del local de enfrente había grabado todo y poniendo un poco de dólares a los policías pudimos identificar con rapidez a los atacantes.
De esta no iban a salir ganando, los voy a destruir por haber atacado a uno de mis amigos.
— Sin dudas te falta sexo, ve a follar con la pelirroja — sugiere.
— Ojalá pudiera, pero mi estúpido amigo por hacerse el superhéroe termino en un hospital y lo estoy cuidando mientras llega su madre, de paso finalizo la demanda que presentaremos — acoto sin perder la ironía en mi tono de voz.
— El dinero de recompensación lo quiero donar al Night — dice provocando que lo observe.
Giovanni cada día me sorprendía más. Pensaba donar su dinero a un club de strippers, sin dudas debíamos sacrificar a este ser humano. Seguía sin entender como lo estaban catalogando como el futuro gran cirujano cardiotorácico, si cuando abría la boca podría embarrar todo.
— Dona el dinero a una buena causa, no seas estúpido — mascullo mirándolo de la peor forma.
— Es mi dinero, hago lo que quiero — contrataca.
— Metete el dinero en el culo — gruño cerrando mi notebook, justo en el preciso momento, la tía Giulia entraba de nuevo a la habitación.
— Menos mal que volviste, mamá. Julián es como el dolor de las hemorroides — se queja.
Ya tuve mi cuota completa de estupideces de Giovanni, quería huir de esta habitación.
— Gio, las cosas que dices — se ríe su madre.
— Tía, debo marcharme — digo dejando un beso en su mejilla como despedida.
— ¡Folla con la pelirroja! — grita mi amigo antes de que cierre por completo la puerta de su habitación.
Giovanni es un caso perdido, que ya no tiene solución
Debía dejar de pensar en ella, necesitaba trabajar y más trabajo para olvidar todo lo que me recuerde a Catalina Duran. No sé cómo lo haría, pero no volvería a ni siquiera nombrar a esa loca mujer que está poniendo todo de cabeza en mi vida.
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Enamórame (2° SAI)
RomanceCatalina, es una exitosa diseñadora de moda, pensó que tenía la vida perfecta, el mejor novio y una carrera que iba en ascenso, pero todo cambio cuando se dio cuenta que vivía en una mentira. Ella había prometido no caer en los encantos de ningún h...