Enamórame (2° SAI)

Capítulo 13.

Rose, la abuela de Julián, abrió mis ojos con sus palabras esa tarde que nos conocimos y me había hecho prometer que dejaría de hacer de sufrir a su amado nieto. Que es momento de darnos una oportunidad para intentarlo, ella estaba super feliz y no paraba de repetir lo de sus bisnietos cosa que primero me asustó demasiado, pero luego solo sonreía al imaginar un pequeño que sea una exacta copia suya, volviéndome esa mujer que soñaba con encontrar a ese hombre que verdaderamente me cuide y me ame como tanto anhelaba.

Debía quitarme las vendas de mis ojos.

No podía ocultar mi estúpida sonrisa de felicidad mis empleados estaban sumamente sorprendidos por mi buen humor de la semana, pero estoy tan contenta de que no puedo ocultarlo creo que al fin encontré mi completo equilibrio en lo que hago.

- ¡Cata! - chilla Josh unos de mis diseñadores.

- ¿Qué sucede? - inquiero volviendo a retomar mi boceto.

- ¿De dónde sacaste a ese papazote? - pregunta enarcando una de sus cejas.

Lo miro confundida hasta que por arte de magia solo una persona puede ser capaz de hacer tanto revuelo en mi boutique. -¿Julián está aquí? -rápidamente me levanto para mirarme en el espejo y ver si estoy arreglada.

Josh se abanica con su mano. - Hasta su nombre es sexy, ese hombre está que arde - declara.

Comienzo por reírme. - Ojo lindo que es mío - sentencio de manera posesiva.

- Jefa - hace un mohín - ¿Puedes compartirlo? - sugiere.

Niego seria. - No, ese hombre es solo mío - afirmo.

- Eres una muy mala jefa - se queja supuestamente ofendido, pero por fin me dejaba salir de mi oficina.

Cuando su mirada conecto con la mía hizo que mi sonrisa se agrandara mucho más, no tardé nada en llegar a donde estaba esperándome, notando como mis chicas no paraban de mirarlo sin un poco de descaro así que para que entiendan que es solo mío lo tome desprevenido de la corbata y junte nuestras bocas en un muy apasionado beso.

Es mío y debían entenderlo.

- ¿Qué fue esto? - pregunta cuando nos separamos.

- Ahora van a entender que no puede mirarte como lo hacen - le contesto.

Julián sonríe y levanta la vista para observar nuestro alrededor. - Lo único que puedo decirte es que todos nos miran con más curiosidad - me informa.

- Soy la jefa, nadie puede decirme nada - acoto encogiendo mis hombros.

Niega divertido. - ¿Lista para irnos? - me pregunta depositando un beso en mis labios.

- Más que lista - afirmo entrelazando nuestras manos.

- ¡Disfrute del papazote jefa! - grita el descarado de Josh antes de que salgamos haciendo que suelte una sonora carcajada por su falta de filtro.

- ¿Papazote? - consulta Julián cuando salimos de mi atelier.

- Es que dicen que estas muy bueno - le digo riendo.

El planta su cara arrogante. - Pero es verdad, estoy muy bueno - se auto halaga solito.

- Tú y tu ego son demasiado grandes - acoto poniendo los ojos en blanco.

Pasa sus manos por mi cintura para acercarme a su cuerpo. - Tengo otra cosa grande que me gustaría mostrarte de nuevo - susurra en mi oído para depositar un beso en mi cuello haciendo que me estremezca y me sonroje ante su comentario. - Me encanta verte sonrojada, pelirroja - deja un beso en mi mejilla. - Vamos a comer - todavía avergonzada asiento para que me lleve a donde quiera.