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Rating: EXPLICLIT/LEMON.

Parejas: Hiccup/Toothless; Camicazi/Astrid; Tuffnut/Snotlout; Eret/Stormfly; Ruffnut/Cloudjumper. (Y también insinuaciones de Valka/Stoick, porque aquí el Jefe está vivito y coleando). Si no te agrada alguna de las otras parejas, sólo sáltatelas.

Advertencia: Sexo explícito entre Dragón/Humano, Yaoi, Yuri. Se centra en un universo Alfa/Omega, donde se manejan las temporadas de celo y los nudos.

Sinopsis: Por razones desconocidas, los celos se adelantan en los territorios de Berk. Caos nace. Cloudjumper es el único preocupado.

Listado de perversiones: Autolubricación en omegas masculinos (básicamente, también tienen vagina), uso de Nudos/Knotting (tendencias animalísticas), ligeros uso de roles Dominante/Pasivo, Mordidas, Sexo Oral, Sexo Anal, 69, Sexo de Tijeras, Abuso de Feromonas, Sexo Dragonezco (o como se escriba), Sexo entre dos especies diferentes, Abuso de Fluidos Corporales (Ay, ay, ay), Nudos (¿ya había mencionado nudos?), Frottage, Rimming (si no sabes qué es eso, Toothless te lo mostrará, no te preocupes). Creo que es todo por AHORA.

¡DISFRUTEN!

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Pt. 1.

(Así es, este monstruo de fic es tan largo, que habrá segunda parte).

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"I wanna f*ck you like an animal."

-Nine Inch Nails. (Closer)

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Había sido un día productivo.

Camicazi entró a la choza, sacudiendo sus manos. Había hecho un calor totalmente sofocante, y nunca había estado más agradecida de no tener cabellos largos, como hoy. Necesitaba un baño, urgentemente.

Camino a las escaleras, Camicazi pausó. La fogata estaba encendida en la sala, pero la cocina se encontraba intacta. Era un alivio, pero a la vez, algo muy extraño. Astrid siempre tenía nuevas invenciones culinarias a su alcance, con las cuales torturarla. Justo aquella mañana, la chica la había amenazado con un experimento de camarones y puerco.

Reviviendo los escalofríos de aquella mañana, Camicazi sobó sus brazos. Ugh. ¿Cuándo se daría por vencida Hofferson? Estaba volviéndose una obsesión para la mujer, el hacerse cargos de las "necesidades" de su Alfa, cuando por estas épocas, las viejas tradiciones se habían desvanecido. Astrid nunca había sido seguidora de ese primitivas ideas, de todas formas. ¿Por qué comenzar ahora? Camicazi no necesitada ser mimada—o envenenada—y no formaba parte de la personalidad de la otra vikinga, el brindar confort hogareño.

Pausó, al llegar el piso superior.

Oyó... ¿chillidos?

Corrió hacia su recámara, sus dedos empuñando su espada, instintivamente.

La puerta estaba entreabierta. Camicazi le empujó con la punta de su espada.

Había alguien en su cama. Las sombras del atardecer le obstruían más claridad.

Las pieles estaban desordenadas, casi la mayoría de ellas, tiradas en el suelo.

Otro chillido. Más reconocible.

Quiero Tu MordidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora