Decidimos caminar, el pueblo como ya dije era muy pequeño y era ilógico ir en auto.
En menos de 10 minutos llegamos a la supuesta escuela, realmente estaba descuidada pero era bastante grande.
- Okey, aquí es - dijo mamá.
- Wow, esperaba al menos algo mejor - susurre para mí misma.
- Vamos, tenemos que entrar Mia - dijo mi madre dando unos pasos a la entrada de esta.
- Aquí vamos - volví a susurrar para mi misma mientras empezaba a caminar tras mi madre.
Mi madre dio unos golpes en la puerta, luego de unos 5 minutos una señora ya de edad salió por esta.
- Buenas tardes, ¿que se les ofrece? - pregunto la señora con intriga.
- Hola, buenas tardes, somos los Lee King, nos acabamos de mudar acá en la casa 12 - respondió mi madre con tranquilidad.
- Oh, ya veo - respondió ella con un tono medio descortés y con una mirada un poco preocupada.
- Si, bueno veníamos a inscribir a mi hija a la escuela del pueblo - respondió mi madre aun con un tono suave.
- Oh, claro, pasen - abrió un poco más las puertas y se corrió a un lado.
La mire un momento desconcertada hasta que sentí como mi madre me tocaba suavemente el hombro para que entraramos.
- Es por aquí, siganme - dijo la señora mirándonos.
Con mi madre entramos a la supuesta escuela viendo que dentro de esta habían algunos estudiantes caminado, jugando, sentados, hablando, etc.
Mi vista se cruzó con un chico, se miraba alto, tenía unos ojos azules medios oscuros, un cabello liso y con un tono café oscuro, traía puesta una sudadera gris y un pantalón negro, me llamo la atención verlo solo, algunos alumnos pasaban por su lado mirándolo extraño.
Mi madre me sacó de mis pensamientos jalandome para avanzar tras la señora de antes.
Muchos alumnos que estaban en los pasillos nos miraban raro y otros con preocupación, seguía sin entender por qué nos miraban de esas formas.
- Aquí es, deben entrar y encontrarán a la directora y la secretaria - dijo la señora dejándonos ahí para luego retirarse.
Mi madre volvió a tocar la puerta y una chica joven, seguramente tenía unos 25 años nos abrió.
- Hola, buenas tardes, pasen - dijo esta amablemente.
- Hola, gracias - dijimos al unísono amablemente mi madre y yo.
Entramos por aquella puerta y era una pequeña oficina con algunas sillas en las cuales nos sentamos.
Luego de un tiempo que mi madre hacía los trámites con la secretaria y pronto salió la directora para poder inscribirme.
- Vamos, ya está todo listo hija - dijo mi madre ¿emocionada?
Solo asentí y salí tras de ella.
- Mañana empezarás, los libros igualmente te los entregarán mañana cariño - dijo mi madre con entusiasmo.
- Okey, acá no ocupan uniforme, mamá? - le pregunté confundida mientras ya salíamos del establecimiento.
- No, puedes ocupar cualquier ropa Mia - dijo ella.
- Oh, bueno, eso es nuevo - dije sorprendida.
- La verdad si, bueno cariño, iremos a la casa, tu padre nos debe estar esperando - dijo ella sonriendo.
- Claro, vamos -
Empezamos a caminar hacia donde se encontraba nuestro hogar.
Llegamos casi enseguida.
Mamá sacó las llaves y abrió la puerta, vimos a nuestro padre acomodando unas cosas, al vernos sonrió.
- Llegaron! - dijo felizmente.
Mi padre camino hacia nosotras y nos abrazo.
- Huele delicioso - dijo mamá mirándolo con intriga.
- Prepare la comida cariño - dijo él.
La verdad esque si olía muy bien.
Luego de un tiempo ya nos encontrábamos almorzando.
Luego retiramos los trastes y mamá dijo que ella podía lavarlos.
Subí a mi habitación y empeze a acomodar algunas cosas que me faltaban.
Ya era de tarde aproximadamente las 4 o 5, decidí ir a dar un paseo, agarre mi celular, unos audífonos y mi libro, baje las escaleras y busque a mi mamá, la encontré en la sala viendo la tele.
- Mamá - la llame.
- ¿Que sucede cariño? - dijo ella voltiandose a verme.
- Quería decirte que iba a ir a dar un paseo por el bosque - respondí tranquila.
- Oh, bueno cariño, ve con cuidado y llega antes de la cena - dijo ella mirándome.
- Claro mamá, adiós, te quiero! - grite mientras me dirigía hacia la puerta.
- Te quiero más! - la escuche gritar desde la sala.
Salí tranquilamente por la puerta, me puse los audífonos y empeze a escuchar música, camine hacia el bosque, no quedaba tan alejado de la casa, luego de unos minutos ya me había adentrado en este. Empeze a camir en este, luego de unos minutos vi una pequeña cascada, camine hacia ella, era muy bonita, me relajaba ver el agua caer, me senté bajo un árbol que justamente quedaba frente a esta, agarre mi libro y comencé a leer, no sé cuánto tiempo pasó pero se sentía más frío el clima. Escuché unos ruidos de pisadas cerca de donde me encontraba, confundida me levante del árbol para caminar hacia los ruidos, tenía miedo, aun así mi curiosidad ganó, con pasos lento me en caminé hacia estos, seguía escuchando esos ruidos cada vez más cerca de mi, veía hacia todos lados, me voltie a ver si alguien estaba tras de mi, no, no había nadie, hasta que choque con algo o alguien, me voltie rápidamente viendo a un chico.
- Dios, fijate por donde vas - dijo este chico levantando la cabeza.
Era él, él chico que vi esta mañana en la escuela.
- Yo, yo lo siento mucho, escuché unos ruidos y me asuste, perdón - dije apenada.
- No te preocupes, para la próxima fijate bien eso si, oh, eres la chica nueva, no? La que se acaba de mudar? - dijo el intrigado.
- Eh, creo que si - dije dando una risa baja.
- No me eh presentado, Soy Aron, Aron Carter Wood, un gusto — dijo presentándose.
— oh, pues yo soy Mia, Mia Lee King, el gusto es mío — dije con una media sonrisa.
— Bueno chica distraída, es momento de retirarme tengo que ir a casa, fue un placer — hizo una reverencia en forma de burla.
— El placer fue mío — dije riendo.
Luego de eso se despidió con la mano y hice lo mismo.
Después de eso se retiro y luego emprendí camino nuevamente a mi casa.