Capítulo 8

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—Morgan, ¿A dónde vas?— preguntó Mildred mientras abrazaba a su pequeña hija que se había quedado dormida en sus brazos

—Voy a la oficina, no puedo quedarme aquí sentado esperando mientras uno de mis agentes esta en la carcel, por algo que se que no cometió. —

—Pero mi amor no... —

—No, Mildred, no sabes lo que ese niño ha sufrido y ahora esta en la carcel, no es justo para él, y no voy a permitir que alguien que ni siquiera lo conoce lo encarcele porque no encuentra a un culpable, asi que nos vemos en la noche. —

—Morgan—

—Em—

—Cuidate, no quiero perderte otra vez—

—Hey —digo Morgan acercandose a Mil —No me perderas, ¿entendiste? —

—Te amo—

—Yo te amo más... —

Morgan se marchó de la casa con su maletín y su saco, subió al auto y fue directo a la oficina, donde todos lo necesitaban.

Al verlo entrar a la oficina, Mia corrio directo hacia él, su apariencia era desalineada, y se le notaba que no había dormido en días.

—Morgan, ya sabes algo de Alex, sabes que él no lo haría, sabes que él no es capaz, ¿verdad Morgan? ¿Verdad que sabes que Alex no pudo asesinar a ese hombre?—

—Mía mirame, Alex ha salido de muchas y saldrá de esta, con toda nuestra ayuda—

—Morgan, por favor, saca a Alex de ese lugar, él no lo merece, por favor, sacalo, tu eres el unico que puede sacarlo de ese lugar, por favor...— Mía estaba destrozada, solo quería sacar a Alex, solo quería que esta pesadilla acabara.

Morgan abrazo a Mía y le dio un pañuelo para que secará sus lagrimas

—Muy bien equipo, toda nuestra atención se centrara en Glen Jacob Stweward, como muchos ya saben él es el responsable de un tiroteo en el Laboratorio Forence de Nueva York, no se tiene mucho registro acerca de él, ya que se le consideraba muerto hace dos años, y sus registros anteriores no tiene ni una infracción. David te encargaras de revisar las camaras de seguridad para ver si podemos sacar algo util, quiero todas las tomas de todos los angulos.

—Morgan ya revisamos todo y no hay nada util, les dispararon y no grabaron nada del insidente— Menciono un poco preocupado David.

—David, siempre hay algo util, partimos en 5 equipo, preparense—

—¡¿A dónde vamos? — preguntó Mía con ojos rojos

—Nosotros al laboratorio, tu tienes que descanzar, ve a casa—

—No me voy a ir de aquí hasta que Alex salga de ese agujero—

—Mía, se que te preocupas por él pero tienes que descanzar—

—¡Ya te dije que no me ire de aquí, asi que me voy con ustedes o voy por mi cuenta!—

—Es una orden Mía, ve a casa—

—Morgan no puedes hacerme esto—

—Oh, claro que puedo, es una ORDEN agente Rodriguez, vaya a casa—

Mía se resigno, esta vez no podía pelear, en el fondo sabía que Morgan tenía razon, pero era demasiado orgullosa para aceptarlo.

Pidió un uber a su casa, saludo al señor Potter como siempre, él solo vio su sombra ya que estaba atendiendo una llamada, subió las escaleras, caminó por el pasillo hasta ver el número 49 en la puerta, saco de su bolsillo sus llaves, pero notó que la puerta estaba entreabierta, se congeló, saco su telefono y llamo a Morgan, y lo puso de nuevo en su bolsillo, desenfundó su arma, su departamento estaba como normalmente estaba, nada fuera de lugar, recorrió toda la sala, el cuarto, el baño, la cocina, pero no vio nada nuevo o algo que faltará, habló con Morgan le explico lo que había pasado y colgó. Pensó que tal vez dejo abierto en la mañana y por los desvelos no se había dado cuenta, cerro la puerta, prendió el televisor y justo cuando iba a sentarse en su sillon sintió algo, algo diferente, algo raro...

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