Después de enterarse que Gloryam estaba perdida, Sovieshu en estado de embriagues salto por la ventana.. que paso después? La vida le da una segunda oportunidad a Sovieshu, cuando despierta escucha la voz de Navier * Que..? Esto es una alucinación...
Márquez *Dios mío! Un baile para esta noche, tengo mucho que hacer como secretario de su Majestad y ahora organizar un baile, debo preparar el salón de baile, la música, informarle a la Emperatriz, mandar a preparar dulces..*
¨Quiero que lo hagas tu, tiene que ser perfecto¨ (Sovieshu)
Al recordar las palabras de Su Majestad Sovieshu, el Márquez Karl sintió un leve escalofrió, aunque lo dijo sonriendo pudo ver en sus ojos un brillo, era como si sus ojos le dijeran:
¨Hazlo bien o te despediré¨
Márquez *No me pagan lo suficiente*
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Laura -Su Majestad!-
Navier que se encontraba leyendo un libro levanto la vista para ver a Laura llamándola y con una gran sonrisa en su rostro.
Navier -Paso algo bueno Laura?-
Laura -Su Majestad, el Emperador esta organizando un baile para usted!-
Navier -¿Un baile? Por qué?-
Laura -No se muy bien su Majestad, fui a recoger algunas flores para usted, vi que ayer le gusto mucho que el Emperador le diera una, así que quise decorar la habitación. Cuando volvía el Márquez Karl me informo del baile, es hoy en la noche-
Navier -Hoy? Es como muy poco tiempo de antelación, quienes van a venir?-
Laura -Al parecer solo estarán Su Majestad y usted- *mira al libro que sostenía Navier en sus manos*
Laura -Esa es la flor que le dio ayer Su Majestad?-
Navier vio hacia su libro, había colocado la flor como un separador de paginas, hay ocasiones que me llaman para cumplir con algún trabajo de Emperatriz, así que cierro mi libro, al regresar tengo que buscar la pagina donde me quede, aunque esto no me toma mucho tiempo hoy puse la flor para indicar la pagina por donde voy, lo hice sin darme cuenta.
Navier (desviando el tema) -Deberia de prepararme, señorita Laura, llame a la condesa Eliza por favor-
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Llevaba un vestido amarillo con flores, recordando la flor que me dio Sovieshu en la cena de ayer, lo cual hacia parecer que era primavera porque el salón de baile estaba hermosamente decorado, tenia flores amarillas, rojas, y algunas blancas. Ordenadas de tal manera que resaltaba la belleza de cada flor.
Mi vestido no era demasiado elegante y glamuroso como el que lleve para la ceremonia de año nuevo, pero era suficientemente formal para un baile.
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Sovieshu -Emperatriz, que dicha verla-
Navier -Buenas noches Su Majestad-
Sovieshu *Mira a los músicos y empieza la sonar una melodía*
Sovieshu -Me acompañas?-
La canción que sonaba era reconocida para Navier y Sovieshu, fue la música que bailaban cuando eran más jóvenes, aprendían a bailar en pareja, se tropezaban y reían juntos. Una pequeña sonrisa asomo de los labios de Navier, haciéndola parecer de nuevo aquella niña.
Eso es lo que quería lograr Sovieshu aquella noche, quería lograr que Navier tuviera una sonrisa de verdad, preparo este baile y comida que le gusta para hacerla feliz.
Después del baile salieron un momento a la terraza, la luna estaba perfectamente blanca esa noche, no había muchas estrellas pero las pocas que se podían ver, iluminaban el cielo de manera tal, que parecía un bello cuadro, de esos que colgarías con orgullo si lo dibujas.
Sovieshu se acerca un poco a Navier y le extiende su mano, en ella hay un pedazo de pastel decorado torpemente
Navier -Un pastel? Se ve algo raro Su Majestad, el cocinero debió tener mucha prisa-
Sovieshu -Lo hice yo.. tan mal se ve?-
Navier *Sovieshu hizo un pastel? El cocino? Nosotros nunca tomamos clases de cocina, una vez de pequeños lo intentamos y terminamos con dolor de estomago*
Sovieshu -quieres probar?-
Navier *um.. supongo que seria de mala educación decir que no* -Si-
