Vamo' a portarnos mal

18. Oikawa

Suputamadre, ya se me hizo tarde.

Es que como es sábado yo la verdad duermo hasta el mediodía, pero justo hoy no podía y cometí la pendejada de poner mal la alarma y en vez de "am" puse "pm" estoy bien imbécil.

Sé lo que dirá Kuroo, Bokuto o Atsumu, que el amor me apendeja y pues alchile sí, quien no se va apendejar con mi güerito bonito. Nambre si yo sí tengo buenos gustos.

Me cambio en chinga y bajo hecho madre para encontrarme a mi jefa en la cocina quien me detiene el paso una vez que me ve que voy a salir por la puerta y hago un puchero.

—Epa ¿a dónde vas sin desayunar?—

—Pero amá...— me quejo abiertamente y ella me frunce el entrecejo —Se me hace tarde—

—No vas a salir de aquí sin haberte comido aunque sea un pan— dictamina con chancla en mano y sé que debo hacer caso si quiero sobrevivir

—Ta weno— bufó y me siento en el comedor para tomar un pan y comérmelo en putiza mientras me lo paso con un café. —Yau acabeo— digo masticando y mi mamá me mira con mala cara, seguramente porque estoy hablando con la boca llena —Me voy— le doy un besito en la frente y ella me detiene

—Epa, epa, pinche escuincle. Ven— me hace señas y saca el monedero de su delantal —Comprale algo bonito a quien sea que te traiga así de atarantado— me dice y niego con la cabeza

—Ya llevo dinero má— digo —Le voy a comprar unas flores, me dijo que le gustaban las margaritas—  comento y ella sonríe mientras me alienta a irme de una vez por todas.

Paso en corto a la central de abastos para comprar un bonito ramo de flores para después llamarle al Hidrógeno pa' que pase por mi en su micro antes de que inicie su ruta y me acerque a la casa de mi güerito, espero que hoy sí salga todo bien, no como la vez pasada que por culpa del pinche taquero pasado de culo se cagó todo mi día.

Ta viendo y no ve, el hijo de la verga

Ni pedo pues

Saco mi celular y le marcó, pero me dice que está ocupado.

Mm... ¿con quién estará hablando? Seguro serán sus compis, él me contó que muchos de sus amigos se conocen desde que son niños, eso me da confianza.

Vuelvo a marcar y en esta ocasión sí me contesta, le lanzo un piropo y casi puedo sentir como mi güerito se sonroja. Nambre si el que persevera alcanza, yo supe desde ese primer momento que lo vi en la calle que estábamos hechos el uno para el otro y culo el que diga lo contrario.

De pronto me cuelga y ps que me saca de pedo banda ¿ustedes también lo harían, no? ps si estábamos hablando chidito, seguro se encontró con mi futuro suegrito, yo sé que el pex ahí está choncho y que me va a costar un huevo caerle bien a su familia, pero yo tengo buenas intenciones y yo quiero cumplir como se debe. Suga me dijo que por el momento no podía acercarme mucho a su casa y que todo lo teníamos que hacer de contrabando así como dice Doña Jenny Rivera: Aunque sea de vez en cuando, aunque sea de contrabando, pero ámame.

Claramente no me importa en lo absoluto que nos veamos de vez en cuando porque cuando lo veo me pongo bien pendejo, de veras, me trae cacheteando calles y avenidas, está re bonito verdad de Dios.

Finalmente lo veo salir de su cantón y se acerca para que le extienda las flores demostrando que ahuevo soy un partidazo

—¿Listo para ir por unas aguas y paletas a la Michoacana?— me asiento y sonrio —Entonces vámonos mi güerito— le extiendo mi brazo y él lo toma para que empecemos a caminar hacia el establecimiento.

Esta vez el lugar es prueba de albures, no necesito otra cagada como la de nuestra primera cita. Noto como mi güerito está algo tenso, no sé, pero lo siento nerviosito ¿y si no quería salir conmigo? Ayno, que no me diga eso porque me agüito, quizás es porque estoy muy callado ¿y si piensa que soy un aburrido? A diferencia de nuestras llamadas telefónicas creo que estamos muy chitones.

—Oye güerito, todo lo que te pones te queda con madre, pero creo que hoy sí te luciste— le digo y él se lleva una mano a las mejillas

—Gracias, yo lo diseñé y lo mandé hacer a la medida— me confiesa y me sorprendo porque realmente tiene talento, esa chaqueta blanca con algunas siluetas adornandola se ve muy genial, hasta me dan ganas de pedirle un aufis cholo pa mi y pa que mis compis se mueran de envidia

—No sabía que te apasionaba la moda— le digo y él baja la mirada

—No debería de hacerlo. En realidad debería apasionarme las finanzas, pero no lo hace— suspira

—Mi rey, tienes talento. No puedes decir que las finanzas son más interesantes que lo que te gusta hacer— él se detiene y se me queda mirando sin decir nada. Quizás la cagué

Yo y mi gran bocota. Lo bueno es que ya llegamos a la Michoacana y entramos para pedir nuestras agüitas y una paleta de limón

—Estas son las mejores aguas. No te vas arrepentir— le digo pasándole su vasito y él la toma con cierta timidez

—Oikawa... sobre lo que dijiste hace rato y...yo

—No tienes que hablar de ello si no quieres— me apresuro a decir pero él niega rápidamente con la cabeza

—Yo no quiero estudiar finanzas— suelta —Quiero ser diseñador y lanzar mi propia marca ¿eso está mal?— me pregunta y le doy un sorbo a mi agüita mientras pienso lo que voy a decir

—No está mal si te hace feliz y si es lo que quieres. Yo creo que serías un gran diseñador, tienes talento mi rey, muchas personas querrán decirte que hacer, pero al final es tu decisión porque tú eliges como vivir—

—¿Tú me apoyarias?—

Yo le daría el mundo si me lo pidiera

—Güerito, claro que lo haré— me acerco y tomo su mejilla

—Oikawa yo debo decirte algo— baja la mirada y por un momento me preocupa lo que acontence —Y...yo estoy...— pero el sonido de su celular lo interrumpe y él toma la llamada con algo de nerviosismo, frunce el entrecejo y asiente —Voy para allá— dictamina y me toma de la mano para jalarme a quien sabe dónde.

Supongo que ya habrá otra oportunidad para que me diga lo que quería decirme