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Día 17: Celo Alfa

—Gracias..

—Eh?

—So-sólo quería darte las gracias, por lo de Inasa y también por la caja..

—Tsk, no es nada, era obvio que en algún momento algún estúpido Alfa te atacaría, tenías que estar preparado.

Esto levantó el interés en el heterocromático que no esperaba una respuesta como esa para su comentario improvisado.

—Ah? Era.. obvio? Cómo que obvio?

—Pues eres un.. Omega.. muy... emm.. cof cof ~irresistible~ cof—dijo de forma rápida en medio de una tos falsa.

Wow, esto no era nada de lo que Todoroki esperaba.

El elevador todavía no llegaba al piso de Todoroki, era literalmente el último, el de Bakugō quedaba más cerca pero éste quiso acompañar al bicolor al suyo antes de ir al propio.

—Vaya.. piensas que soy irresistible?

—Pienso que eres molesto—dijo el rubio mientras subía los brazos por encima de su cabeza y sujetaba su nuca.

—Oh.

Bakugō volteó a mirar de reojo al bicolor, el cual parecía un poco triste por las palabras del rubio, tenía una cara de niño pequeño.

—Y también eres lindo.

— !

El heterocromo miró al ojirubí totalmente sorprendido, eso quería decir que Bakugō pensaba que él era lindo no? En el fondo realmente hacia feliz al bicolor pensar que Katsuki tenía esa imagen de él.

Las puertas del elevador se abrieron y  Bakugō salió de ahí como si no estuviera acompañando a Todoroki.

Camino hacia su recámara con el bicolor detrás, hasta que llegaron hasta su puerta.

—Bakugō.

—Ahora qué quieres? Helado de fresa.

—P-podrías márcame?..

—Eh?

—Por favor, márcame como tú Omega.

—Mierda..

...

—De verdad quieres que te marque?

—Si tu quieres, claro.

Bakugō pudo notar que el más alto estaba nervioso por lo que acababa de decir, jugaba con sus dedos, y tenía la mirada fija en el piso, se veía asustado e inseguro, pero le explicaría bien las cosas, aunque en el fondo él también quería marcar a Todoroki.

Aún así, no se dejaría superar por sus ganas de morderlo, tenía que ser prudente y esperar para tomar una desición como esa.

—No.. agh.. no puedo, bastardo.

—Pero, porqué?

—Mierda, simplemente no! No preguntes, solo no y ya.

El más alto bajó la mirada con aparente tristeza y decepción en su cara, tragó saliva e hizo una pregunta más, en voz baja, casi como un susurro.

—No quieres que sea tu Omega verdad?

Mierda.