Hoy es un día lluvioso, pero eso no me quita la energía.
Hoy regresará Martín. Tanta emoción me ha impulsado a hacerle un letrero de bienvenida, espero que se la haya pasado bien en el campamento.
Ya quiero que llegue, ese niño es mi vida. Así que lo espero aquí, impaciente, frenético, y como siempre... Justo debajo de su cama.