Capítulo dieciocho

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Joder.

La cara que puso Jack y Melany al verme llegar con el doctor Allan fue tan... ¡Joder!

Josué y Paulo evitaron el ambiente cuando prefirieron seguir charlando entre ellos dos y Ámbar no sabía para donde mirar. Fue... incómodo.

Me despedí de Allan como es debido, con un abrazo y un "Nos vemos en el hospital." El ambiente era tan incómodo que tarde más de lo debido al abrir la puerta de mi habitación. Al entrar deje la puerta abierta sintiendo un par de ojos sobre mí, detallando mi vestimenta, detallando lo feliz que venía y... lo liberada que me siento.

Maldito Jack, ¿o Paulo? Nah, maldito Jack.

Me quito mis zapatos y me dirijo al baño para ponerme algo más cómodo, cuando me veo en el espejo; me veo bien, muy bien. Quito el maquillaje que andaba, lavo mi rostro, hago pis, lavo mis manos y, salgo.

Veo a Jack sentado en la silla de mi escritorio, con una pose airosa, piernas estiradas y brazos hacia atrás, Paulo en el suelo jugando su jueguito, Ámbar y Josué en la cama con una Melany con cara de "¿Qué ha pasado?"

¿Dónde estará Alice?

El cerrar de la puerta, el maldito sonido de la puerta hace que todos se fijen en mí y se incorporen. Esto es raro, nunca me he sentido rara con ellos, pero esto sin duda es muy raro. Supongo que no es normal llegar con tu doctor a tu edifico, bien vestida y para colmo, irradiando felicidad y no ganas de morir.

–Te mirabas muy linda. –Empieza Josué. –No es que ahora no estes linda, pero, se nota que te bañaste y le pusiste empeño... e-es lindo verte feliz, ¿ese es tu doctor? Súper joven y, no me gustan los hombres, pero no por eso voy a negar que esta guapo. Ósea, atractivo.

Paulo lo codea y calla.

–Solo quería decir... –Paulo le tapa la boca.

Y el silencio vuelve a reinar.

Creo que, por primera vez, me está preocupando lo que Jack está pensando, está muy callado. Él no es callado y, ¡está en completo silencio! Mirándome e intento evitar su mirada, pero es imposible, me pone los pelos de punta. No es como si él pueda decidir con quien salgo y con quien no, el problema es que yo tengo conocimiento de que está enamorado de mí y que hace unos días le dije "si te veo, Jack".

No sé realmente cómo habrá tomado eso, tal vez le di esperanzas, pero no porque quiera lastimarlo, no porque quiera jugar con él, lo dije porque justo en ese momento lo sentí.

Sentí algo real.

Y de alguna manera jode, porque se quedó conmigo cuidándome. Jack ha hecho de todo para poder llamar mi atención y vaya que lo logra, pero... no lo veo como él me ve.

O eso quiero creer.

Me gusta el idiota de Paulo, ¿cierto? No puedo cambiar mis sentimientos porque estoy viendo a Jack de otra manera. Paulo no me ve para nada y eso de cierta manera está bien porque, si el día de mañana llego a morir, claro que le dolería porque es mi amigo, pero no sentirá que perdió al amor de su vida, en cambio Jack, sé que se volvería loco. Él moriría por mí. Y ni así logro verlo. Es que soy una ingrata. Estoy siendo el tipo de chica que se fija en el chico que no le conviene y que tiene a uno detrás de ella que, si le conviene, pero no le hace caso. No es que no quiera, si quiero, pero, me gusta Paulo ¡Y a Paulo le gusta alguien más!

¿Por qué todos evitan mirarme?

–¿Pasó algo y no me di cuenta? –Preguntó, rompiendo en silencio. No tardan en responder.

–No, no pasó nada que tú no sepas, pero creo que, si paso algo que nosotros no sabemos, al menos yo no. –¿Qué? Jack.

–Si, bueno; no es que tenga que darte explicaciones cada vez que voy a salir, Jack. –Empiezo. –Mucho menos cuando estoy con alguien que sabe qué pasa conmigo. ¿No llamaste a mi madre esta vez? Qué casualidad, siempre lo haces cuando no me encuentras.

Mi corazón insisteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora