II.- Resurrección

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II.- 
Resurrección

Justo en el momento en que abrió sus ojos, recibió una fuerte patada.

— ¡Deja de jugar a hacerte el muerto! — Una voz tronó cerca de su oreja.

La patada lo lanzó hacia atrás, haciéndolo caer de espaldas. Y ahí, mientras yacía en el suelo con su rostro vuelto hacia el cielo y luchando contra el impulso de vomitar, en su mente aturdida un sólo pensamiento se formó:

"El atrevimiento que tienes de patearme a mí, al patriarca, vaya que tienes agallas."

Hace muchos años que no escuchaba la voz de alguien vivo y, menos aún, una tan estruendosa reprimenda. La cabeza le daba vueltas y sus ojos se nublaban, mientras cerca de su oído, un ruido, una voz lejana como un eco se escuchaba:

— ¿En qué tierras crees que estás viviendo ahora? ¡¿Y de quién es el dinero que estás gastando?! Así que, ¿Qué importa si tomo algunas de tus pertenencias? De todas formas, ¡Todo lo que tienes debería ser mío por derecho!

Dejando de lado la chillona voz del adolescente, sus alrededores estaban colmados de sonidos de baúles y alacenas rompiéndose. Su vista, eventualmente, empezó a ser más clara. Dentro de su línea de visión, apareció un techo tenuemente iluminado y el rostro de un sujeto con el ceño fuertemente fruncido y los ojos infectados de envidia, al tiempo que le escupía encima al hablar.

—¡Y aun así te atreves a quejarte y contarle a mi padre y a mi madre! ¿Crees realmente que me asustan tus palabras? Tú, ¿De verdad crees que alguien en esta familia va a apoyarte?

Dos fuertes hombres que aparentemente eran sirvientes lo rodearon y entregaron noticias:

—Joven amo, ¡Todo ha sido destrozado!

— ¿Tan rápido?

— En esta roñosa casa no hay muchas pertenencias.

—Antes, tuviste el atrevimiento de quejarte ¿Y ahora te haces el muerto? ¿Para quién? ¡Como si alguien quisiera estas pilas de basura! Solo te he ayudado a limpiar tu estúpida casa. Veamos si andarás con cuentos nuevamente sin tener evidencia. Te crees tan importante solo por haber pasado un par de años en el mundo de los cultivadores... ¡Al final eres un omega inútil! ¡Ni sirves para traer hijos o satisfacer! ¡Eres igual que un perra callejera echada a la calle! ¡Ni sirves para ser una prostituta!

En medio de su aturdimiento, reflexionó:

"He estado muerto por muchos años, honestamente, no estoy actuando. ¿Quién es él? ¿Dónde estoy? ¿Cuándo alguna vez he forzado su voluntad en el cuerpo de otro?"

Después de haberlo pateado y destrozado su habitación, el joven amo, que pareció haber desatado su ira lo suficiente, acompañado de sus dos sirvientes, se volteó hacia la puerta cerrándola de un portazo y les gritó sus órdenes:

—Vigílenlo cuidadosamente, no dejen que ese puto omega inútil salga de aquí durante este mes, sino, ¡Sólo hará el ridículo nuevamente!

Solo después de que el grupo de alfas y betas se alejó lo suficiente y el silencio invadió la habitación, Wei WuXian pensó en levantarse. Sin embargo, sus miembros no respondieron a sus deseos, por lo que se acostó en el suelo nuevamente. Giró su cuerpo quedando de lado para poder observar el desconocido lugar y el desastre que había en él. Su cabeza no dejaba de dar vueltas.

A su lado se encontraba un espejo de bronce que había sido arrojado al suelo y Wei WuXian lo recogió con delicadeza para observarse en él. Un rostro excepcionalmente blanco apareció en el espejo, dos círculos carmesí asimétricos y desiguales decoraban sus mejillas. Solo necesitaba sacar una larga, sanguínea lengua y sería la imagen perfecta del fantasma de un hombre ahorcado. Wei WuXian lanzó el espejo hacia un lado, tocó su rostro y descubrió que su mano estaba cubierta de polvo blanco.

El dolor del jade y el loto rojo [Mo Dao Zu Shi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora